Personas humanas...
... Personas sagradas.
Mi dia en Kalaw comenzó de la manera mas exotica y dulce. Pagamos un taxi que nos llevó a un mercado local. En los demás lugares que estuve del sudeste asiático los mercados locales tienen la palabra "local" para llamar la atención a los turistas, porque no eran ni locales ni autoctonos, eran mas bien mezcla entre la autenticidad y en mayor proporción para el turista. En esos supuestos mercados locales, nadie se mostraba sorprendido de ver al turista sino que ese era el momento de venta al turista (a precios naturalmente inflados). Acá fue distinto, la gente nos miraba con curiosidad, nos devolvía el saludo con gentileza y seguía con su trabajo que incluía espantar moscas de la mercadería, atender a la gente y, simplemente, sentarse a esperar que un compatriota comprara lo que necesitaba.
Mi camara estaba hambrienta por retratar lo que mis ojos veían, quería fotografiar a cada uno de ellos para jamas olvidar ese sentimientos de comodidad que sentí, no quería olvidar ni un detalle, quería recordar cada sonrisa, cada mirada. A diferencia de lo que se pudiera pensar, la gente se mostraba alegre de la foto y, por supuesto, luego se las mostraba para escuchar la segura carcajada al verse a si mismos en la foto. "Not beautifull" decían algunas coquetas mujeres. Para mi eso era precioso, no había nada mejor que esa realidad, esa cara cotidiana, preocupada por el sol (es por esto que muchas y muchos tienen esas manchas blancas en la cara). Hasta donde yo se la belleza tiene que ver con una sonrisa sencilla y una mirada amable. Esa gente era hermosa, no había nada mas satisfactorio que estar ahí rodeado de esas personas. Para mi estas personas eran sagradas, no habia nada malo en ellas y todo era tan amistoso que daban ganas de llevarlos al resto del mundo y que ese extraño virus de bondad que se respiraba allí nos contagiara a todos...
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