En la costa del río Ayeyarwady
Niños jugando a la pesca
Allí podían verse niños jugando. El mas jovencito (de unos 3 años) parecía temerme cuando me acercaba y se aferraba al brazo de su hermano con una fortaleza que nos generaba varias carcajadas. Otro pequeño jugaba con su honda (o como en argentina le llamamos Gomera) con el claro síndrome de Bart Simpson (otrora síndrome de Daniel, el travieso). Un perro, el mejor amigo del hombre (y del niño) los acompañaba. A lo lejos una señora caminaba con el típico canasto en la cabeza. Su destino? quien sabe... Mientras tanto yo caminando por esa costa seca, con tramos traicioneros de lodo que te hundías hasta los tobillos y escapándome de las moscas (el peor amigo del hombre) encontré una mujer que parecía dedicarse a la meditación o simplemente al relajo. Mas allá de aquella bella dama con la cual intenté entablar una amistosa conversación y de la cual lo único que me pareció entender era que algunos de los niños que correteaban divertidamente eran sus hijos, me encontré con mas pequeños que jugaban a pescar con una red sin demasiado éxito. Habiéndoles dado una botella con agua, con picardía infantil se tomaron esa jugosa agua natural y la botella pasó a ser una cárcel para unos diminutos peces que habían pescado con esa red.
Pasos e ingredientes para preparar Betel un habito común en Myanmar
Betel es la hoja fresca de una enredadera que pertenece a la familia botánica Piperaceae y se cultiva en la India, Myanmar, Malasia peninsular, Indochina e Indonesia. Si bien el jugo rojizo resultante no se traga sino que se escupe se le llama a este acto "kun sar thi" que significa comer Betel.
La hoja triangular es el contenedor de los ingredientes: hidróxido de calcio (Ca(OH) 2) que es la crema blanca, rebanadas finas de nuez de Betel y un poco de catecú (un extracto vegetal que contiene taninos obtenido del duramen del indio árbol de acacia). Luego se envuelve la hoja para que quede todo envuelto.
Se cree que esta costumbre comenzó en India al ser mencionado en un discurso de Buda. Marco Polo en el siglo XIII también hace referencia, en sus diarios, a esta costumbre del consumo de Betel en los indios. Existe evidencia de que este consumo existía también en la época de gloria de Bagan (entre los siglos XI y XIII).
En Myanmar se prescribe Betel para enfermedades como la fiebre, flema, visión defectuosa, enfermedades de vejiga entre otros. La queja en contra de este consumo se da por el aspecto sucio de las calles y veredas, paredes de edificios públicos, jardines, etc ya que el jugo generado de mascar se escupe y eso mancha bastante. En algunos lugares hay multas por escupir.
En la foto se me puede ver dando cátedra de... nada. Pero ver la imagen me recuerda cuan atentos estaban aquellas personas. Muestra a su vez una faceta mía, de perseverancia a pesar de que no nos estábamos entendiendo. Eramos como Tom y Jerry con la diferencia de que nos caíamos bien los unos a los otros.
Chau amigos, yo tambien los voy a extrañar
Arte en los templos de Bagan
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Había estado recorriendo desde la zona de Bagan llamada Nyaung U, que es donde quedaba mi hotel, siguiendo camino hasta Old Bagan, que es donde están la mayoría de estas maravillosas pagodas. Luego de Old Bagan continué pedaleando por varios minutos mas. Si hubiera seguido pedaleando habría llegado a New Bagan pero bien sabia que no había demasiado para ver allí (mas que dos templos).
Estacioné mi bici-vehículo al costado del camino y me aventuré cual Indiana Jones a campo traviesa. El piso polvoriento tenia pequeños pinches que penetraban mis sandalias y, en la parte que tenia rota de las mismas, penetraba la planta de mi dolorido pie. Ferviente aventurero seguí mi camino. Había ruido a los costados de esa senda de tierra seca, hacía un calor de mitología griega, pero a lo lejos veíasen templos que merecían mi visita (o mejor dicho, que yo tendría el honor de visitarlos). Al estar distantes de las pagodas grandes y turísticas, me encontraba solo en ese planeta. Houston, no hay vida aquí! Entré a una pagoda de la cual salí con el corazón queriéndose escapar de mi pecho. Unos segundos antes había mirado dentro y buscado el ya famoso escondido pasillo con escaleras angostas hacia la cima. Ahí esta!, me regocijé. Cuando me acerqué vi lo que parecía ser un cuerpo humano! Salté como un canguro 3 metros hacia atrás y, aun sudando del temor, me acerqué como una mujer hermosa se acerca al asesino, aparentemente muerto, en una película de terror. No era un cuerpo humano, simplemente eran pedazos de ropa tirados ahí. No quise averiguar si había algo debajo de esas sucias vestimentas, así que continué mi camino... Sentía (y todavía lo hago) que Bagan era un territorio para recorrer varios días mas. Era algo que escapaba a la imaginación de un escritor de ciencia ficción. Entre sonidos de animales, principalmente aves y algunos perros a lo lejos, seguí entrando en distintos templos, admirando sus Budas y sus arquitecturas.
Hermosa Pagoda adornada con flores
Vista desde arriba de un templo. A lo lejos se puede ver una carreta. Muchos turistas optan por la carreta en lugar de la bici.
Y mas allá de lo estrictamente arquitectónico, tanto Bagan como el resto de Myanmar tiene facilidad por sorprender al turista. En la visita a un país, generalmente, se busca conocer su historia, ver impresionantes paisajes y, también, conocer la vida autóctona, el como seria la vida sin turistas. Myanmar al ser el país menos turístico del sudeste asiático mantiene costumbres que son poco mas que fascinantes y su estilo de vida siempre llama la atención, no para burlarse sino para admirarse. Éstas son imágenes recurrentes en Myanmar.
Esto era el colmo de lo extraño. La señora lleva una mesa en su cabeza.
Las típicas pick-ups repletas de gente.
Templos al costado del polvoriento camino
En Bagan siempre hay algo por descubrir
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Ya lo creo que así es, hermano!. Seguí mi trayecto hacia el hotel. El tiempo habíase acabado. A las 17 el bus pasaría a buscarme por el hotel y me iría de nuevo a Yangon. No quería, pero tampoco podía hacer nada.
En Diarios de motocicleta se puede ver a un Guevara en Machu Pichu enviándole una carta a su madre con unas reflexiones. A pesar de las diferencias que me separan de dicho argentino-cubano personaje permítaseme parangonarlo ya que el describe el sentimiento exacto y preciso que tuve en Bagan: Como es posible que sienta nostalgia por un mundo que no conocí... Como se explica que una civilización capaz de construir esto sea arrasada para construir... esto...
Que es progreso?
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Gabooo, enternecedor lo suyo!!!
ResponderEliminarregalan pagodas y templos ahí? proliferan como loco!!!
abrazo de gol