Antes que nada, tras mis constantes criticas a la gente de Tailandia me gustaría hacer una nota aparte: hay maldad, estafa, grosería y varios mas etc en esta gente.
Literalmente la odio (aunque no hay que odiar, hay que amar). Pero una vez que uno se escapa del terreno copado por los turistas y estos malvivientes tailandeses la gente se convierte en amable, atenta y hasta servicial. Hecha esta aclaración prosigo con el relato.
Había decidido ir a Myanmar ya que he escuchado maravillas de esa Nación. Era difícil y poco turística pero eso la convertía en un desafío mas grande y dulce. Al igual que con Vietnam, me acerqué a la embajada de Myanmar para aplicar por la, en principio, famosa difícil visa.
Visa Myanmar
Yendo entre las 8 y las 12 a la embajada se puede aplicar. Se necesitan dos fotos y llenar un formulario con preguntas exóticas como: el nombre de tu padre (no les interesa mi dulce madre), mi color de pelo, ojos, mi tez, etc.
Hice una larga cola y al cabo de una hora ya había hecho el tramite. Pagué 1260 baht para que me den la visa el mismo día, caso contrario, serian 200 baht menos y habría que ir a buscarla al día siguiente.
Extensión del pasaporte
A mi pasaporte le quedaban menos de 6 meses para vencerce y algunos países pueden verificar esta característica cuando entras y si no hay al menos 6 meses de validez en el pasaporte no te dejan entrar. Como iba a Myanmar, un país en dictadura, preferí evitar tal posibilidad. Fui a la embajada argentina en Bangkok que queda al lado de la embajada India y pagué 30 dólares por la extensión (carísimo). Como dato curioso me pidieron el DNI lo cual me parece una burrada teniendo en cuenta que nadie viaja con dicho doc. Tuve que hablar con mi siempre dispuesto padre y en admirable combinación con mi madre encontraron y escanearon las primeras páginas y ya pronto las tenia en el Mail. A pesar de que ya tenianla extension por 5 años mas estaba enojado, habia sido un tramite de dos minutos y yo esperaba que fuera gratis.
Al pedir hablar con el embajador, enojado porque me cobraron no solo 30 dólares, sino que también lo convirtieron a la moneda tailandesa (el baht) con una tasa exageradamente perjudicial para mi. El ciudadano en el exterior es débil y la embajada debería ser casi un sostén del mismo, pero en la embajada Argentina en tailandia eso parece no pasar.
El embajador, un señor de unos 66 años salió de su despacho. Inmediatamente reconocí al argentino funcionario. De pelo cano, tez blanca, nariz respingona y ojos claros y penetrantes se acercó a mi como un rotweiller amaestrado: ojos fijos, serenos, atentos, expectantes. En los 10 metros que nos separaban noté que sus labios no se inmutaron, ni una sonrisa, no había signo de emoción en su cara. Parecía estar jugando al poker el día que tenia que decidir divorciarse o no de su mujer.
La celeridad con la que inicio la conversación fue digna de un buen funcionario acostumbrado a recibir consultas, quejas de cualquier tipo de persona. Además, que problema podría causarle un jovencito como yo? Comenzó preguntandome sobre mi viaje en clara intención de descontracturar la situación. Lo logró y para el momento que le quería hablar sobre el alto valor de la extensión del pasaporte y la tasa de conversión de moneda terrible para "un compatriota" ya me sentía menos enojado. Sin embargo cuando se lo dije, con voz bronca y severa me negó que fuera caro y al consultarle que hubiera pasado si yo no tenia plata el me dijo "entonces no tendrías la extensión". Lo dijo hasta con crueldad. El no hacia distinción entre la embajada y una oficina en Argentina pero yo la noto la diferencia y mucho. El tipo mas bien veía un negocio ahí: quien paga 2000 dólares de pasaje puede pagar 30 de extensión de visa, me dijo. Jamás pensó que uno esta en Tailandia, sin plata, sin conocer el idioma, sin posibilidad de trabajar legalmente y que por lo tanto la embajada debería cuidar al ciudadano. Por suerte yo si tenia plata aunque sacar plata del cajero me sale 5 dólares. O sea, plata desperdiciada: se pueden ver como una noche de hostel, dos comidas buenas, un par de remeras, etc. Y con los 30 dólares de la extensión podría vivir dos días baratos fácilmente.
Nos despedimos con cordialidad de situación aunque me quedé con el gusto amargo por aquel hombre que no me regaló ni una sonrisa en 20 minutos de conversación.
Embajador argentino Felipe Frydman quedese con las monedas que me robo cobrandome una tasa que perjudica a su compatriota. Y duerma bien alguna noche... si es que puede.
Proximo pais, el exotico Myanmar
Un embajador es un diplomático. Un diplomático es un tipo que te manda a la mierda con tanta gracia, que vos no ves la hora de hacer las valijas.
ResponderEliminarY sos un poquito exagerado, fariseo, jajaja.
Abrazooo
Gaby... antes de perder tu tiempo con semejante personaje siniestro (como era el señor embajador, ladri de guante blanco... por supuesto garroneado de algun lado o de algun viatico que pagamos el resto de los giles argentos que laburamos), deberiamos haberlos mandado a cagar a todos, pagar los 30 verdes y disfrutar... tu tiempo vale mas que el de ese señor que esta en un pais que deben ir como 3 argentinos al siglo...
ResponderEliminarAbrazo