En Bagan tuve una pelea conmigo mismo. Fue suave pero no dejó de ser una pelea. Me quedo en este exótico lugar, un lugar con 4000 templos, de atardeceres sacados de un libro de Edgar Alan Poe, con stupas a lo lejos esparcidas por doquier o me vuelvo a Yangon, ciudad sumamente atractiva, (principalmente por la idiosincrasia) pero sin que valga la pena estar 3 días que le restan a mi viaje? Le respuesta parecía ser obvia y la disyuntiva se había dado porque se me olvidó decir que si volvía a Yangon volvería con mi muy querida amiga Roma y ni ella ni yo nos queríamos separar. Si me volvía era para estar un solo día con ella ya que se volvía antes que yo a Tailandia. Esta es la típica situación en la que la mente y la inteligencia dicen una cosa e il cuore dice otra. Vos me conoces, mirá si le voy a dar bola a la cabeza?
El 23 volví con Roma en un bus cuya temperatura era bajo cero (no se que le pasa a la gente con la necesidad de aire acondicionado hasta el nivel del congelamiento de tercer grado). Igual mejor, así pude dormir abrazadito ;D
Gente tocando la sagrada Golden Rock
Llegué con Barbara al mediodía a Kyaktiyo y dos horas después estábamos tomando un camión que nos amontonó como vacas en la cajuela de una camioneta transportadora de ganado. El viaje en ese camión duro unos 45 minutos, salió 1500 Kiat, y era un camino hacia arriba con curvas parecidas a las de una montaña rusa. La distancia desde donde salimos hasta la Golden Rock son 12 km pero este transporte nos llevó a la segunda base a tan solo 2 km de la roca. Una vez llegado a la base, nos esperaban otros 45 minutos caminando. Ese camino era el típico que la gente hacia en su peregrinación hacia la piedra sagrada (aunque otros hacen el camino de 12 Km). Habrase visto semejante camino: sin dudar ese camino fue el récord de camino empinado en mi vida. Ver hacia arriba una calle asfaltada y saber que un auto no podría subirlo, disminuía mi autoestima. Caminaba y caminaba, sudaba e, incluso, me costaba respirar. En esos momentos, tras una pausa de descanso, pensaba "este camino y la Buda que lo parió". Llegué arriba sudado como la axila de un maratonista sudafricano. Una vez llegado al complejo había que pagar 6 dólares (+ 2 dolares por cámara) a un gobierno militar que me tenia hasta la coronilla cobrandome a cada lugar que iba. Por suerte unos minutos antes me había encontrado a una señora que me dio su entrada que consistía en un cartelito con la fecha, así que, lo lamento gobierno, no hay dinero por aqui...
La famosa Golden Rock está en una cornisa con sorpresivo equilibrio. Resistió incluso a varios terremotos. Es venerada por budistas que tras el camino de curvas empinadas llegan con una sonrisa de fe para tocar la roca y darse a la meditación. Los turistas solo vamos en búsqueda de la foto. Admito que seria mejor ir en búsqueda de la iluminación, que te parece a vos? Hay turistas no obstante que hasta se abusan: por ej, un ruso que parecía modelo de Pancho Dotto, se sacó literalmente mas de 20 fotos al borde de la roca, en distintas posiciones. Claro, salió en todas las mías también. Y eso sin contar las 25 fotos de su amigo en idénticas posiciones. Es que la gente no advierte que hay otros además de ellos...? Menos mal que en Myanmar no hay demasiados turistas sino todo este viaje se hubiera echado a perder como una tira de chinchulines al sol...
La piedra es conocida como Golden Rock porque esta cubierta por hojas de oro donadas por los peregrinos y tiene una stupa en el tope de la piedra.
El novicio rebelde
Estuvimos una hora sentados, observando esa piedra. Me interesaba mas que la piedra ver a la gente alrededor. Por ej, los 6 niños que estaban cerca. Una niña rezaba con profundidad inesperada hasta que un diabólico "monjito" (o novicio para ser correcto) la empezó a molestar para que parara con esas boludeces de los rezos, al ritmo que los demás niños comenzaron una batalla campal con divertida inocencia. O una señora reclinada en posición de respeto absoluto. O un joven de rodillas con las manos juntas en posición de plegaria. O un monje sentado pensando en quien sabe que. Encuentro en la gente lo fascinante de la situación. La piedra estaba buena claro, pero no era mas que una piedra. Si fuese budista probablemente sentiría a la piedra como una fuente de inspiración.
Tras un par de horas en el complejo budista, volvimos a la base y tomamos de nuevo al camión ganadero. Bajar la montaña era mas divertido que subirla (que no es divertido en absoluto). Aparte mi compañera Barbara no tuvo nauseas como en la ida.
Luego de una ducha para sacarse el olor a búfalo trabajador nos dedicamos a una merecida cerveza en el hotel. En el hotel, pobres, no daban pie con bola. Tenían menos ingles que un mono adormecido. Barbara estaba enojada pero yo no, estaba contento, relajado en ese lugar: le ponían tanto esfuerzo para satisfacernos como el gran San Martín Palermo (aunque con infinita menos capacidad goleadora del ex platinado y amado jugador xeneize). Al día siguiente a la mañana seria la ultima vez que vería a Barbara. Con un abrazo me despedí. Ya había llegado la hora. Ese mismo día me volvería a Tailandia.
El 23 volví con Roma en un bus cuya temperatura era bajo cero (no se que le pasa a la gente con la necesidad de aire acondicionado hasta el nivel del congelamiento de tercer grado). Igual mejor, así pude dormir abrazadito ;D
Al llegar a Yangon la madrugada del 23 tenia dos días y medio antes de que mi viaje en Myanmar acabara. Si bien no quería pensar en ese fin ya que ese país era algo que nunca había vivido, irme iba a ser una puñalada en el corazón. Luego de recorrer Yangon y tener la ultima cena con quienes me acompañaron prácticamente todo el viaje, tenia un boleto matutino para Kyaktiyo donde existe la famosa Golden Rock, también llamada Kyaiktiyo Pagoda. El bus desde Yangon duró unas 3 horas, llegó a horario y salió 7000 Kiat. Un poco de historia: La pagoda es pequeña de 7.6 metros de altura y 5 metros de circunferencia (si bien no es estrictamente redonda). La estupa en la cima es de 7.3 metros. Es considerada el tercer lugar más importante de peregrinación budista después de la Pagoda Shwedagon (en Yangon) y la pagoda de Mahamuni (en Mandalay). Los budistas creen que Buda dio un pelo a un tal Taik Tha que a su vez se la dio al rey Tissa con la condición de la construcción de una pagoda en una piedra redonda. La roca, supuestamente, fue encontrada en el fondo del mar, subida hacia la montaña actual (1100 metros sobre el nivel del mar) y el pelo de Buda impide que la roca caiga colina abajo. Esta roca, que desafía la gravedad ya que parte de su base se encuentra suspendida en el aire, es una inspiración para los budistas que se acercan a la misma ofreciendo frutas, incienso, alimentos y sus propios cabellos a Buda. Existe la creencia que si se peregrina 3 años consecutivos a esta pagoda se tendrá prosperidad y éxito en la vida.
La roca esta en un complejo religioso y en el mismo hay otros santuarios con imágenes de Buda, es realmente emocionante ver a los peregrinos rezando, meditando y ofreciendo sus ofrendas (valga de redundancia). Una curiosidad es que las mujeres no pueden tocar la roca (asumo que es una característica heredada y un tanto machista que un día de estos cambiará).
En el complejo antes de llegar a la ansiada Golden Rock existe una especie de imitación mucho mas pequeña. En la foto de la derecha se pueden observar unos monjes que tocaban dicha roca. A su vez pueden verse pedacitos de madera que representan, si no me equivoco, el pelo de Buda que mantiene la roca en perfecto equilibrio. La vista que se puede apreciar desde esa altura era espectacular. La montaña donde decidieron llevar a la Roca se llama Mt. Kyaiktiyo y está ubicada a 12 km desde la base de la peregrinación. El piso de mármol blanco, la limpieza absoluta, el respeto y la meditación son características que se respiran en el ambiente.
Una vista panorámica de la pequeña versión de la Golden Rock en el mismo complejo religioso.
Una procesión hacia la piedra sagrada
La Golden Rock esta cubierta de hoja de oro donados por peregrinos y es el tercer centro de peregrinación budista en Myanmar.
Llegué con Barbara al mediodía a Kyaktiyo y dos horas después estábamos tomando un camión que nos amontonó como vacas en la cajuela de una camioneta transportadora de ganado. El viaje en ese camión duro unos 45 minutos, salió 1500 Kiat, y era un camino hacia arriba con curvas parecidas a las de una montaña rusa. La distancia desde donde salimos hasta la Golden Rock son 12 km pero este transporte nos llevó a la segunda base a tan solo 2 km de la roca. Una vez llegado a la base, nos esperaban otros 45 minutos caminando. Ese camino era el típico que la gente hacia en su peregrinación hacia la piedra sagrada (aunque otros hacen el camino de 12 Km). Habrase visto semejante camino: sin dudar ese camino fue el récord de camino empinado en mi vida. Ver hacia arriba una calle asfaltada y saber que un auto no podría subirlo, disminuía mi autoestima. Caminaba y caminaba, sudaba e, incluso, me costaba respirar. En esos momentos, tras una pausa de descanso, pensaba "este camino y la Buda que lo parió". Llegué arriba sudado como la axila de un maratonista sudafricano. Una vez llegado al complejo había que pagar 6 dólares (+ 2 dolares por cámara) a un gobierno militar que me tenia hasta la coronilla cobrandome a cada lugar que iba. Por suerte unos minutos antes me había encontrado a una señora que me dio su entrada que consistía en un cartelito con la fecha, así que, lo lamento gobierno, no hay dinero por aqui...
La Golden Rock es visitada por cientos de budistas diariamente.
La famosa Golden Rock está en una cornisa con sorpresivo equilibrio. Resistió incluso a varios terremotos. Es venerada por budistas que tras el camino de curvas empinadas llegan con una sonrisa de fe para tocar la roca y darse a la meditación. Los turistas solo vamos en búsqueda de la foto. Admito que seria mejor ir en búsqueda de la iluminación, que te parece a vos? Hay turistas no obstante que hasta se abusan: por ej, un ruso que parecía modelo de Pancho Dotto, se sacó literalmente mas de 20 fotos al borde de la roca, en distintas posiciones. Claro, salió en todas las mías también. Y eso sin contar las 25 fotos de su amigo en idénticas posiciones. Es que la gente no advierte que hay otros además de ellos...? Menos mal que en Myanmar no hay demasiados turistas sino todo este viaje se hubiera echado a perder como una tira de chinchulines al sol...
La piedra es conocida como Golden Rock porque esta cubierta por hojas de oro donadas por los peregrinos y tiene una stupa en el tope de la piedra.
La Golden Rock en la cornisa. Aunque mucho menos en la cornisa que lo que uno esperaría. En muchos lugares se habla de que la mitad de la base esta en la cornisa aunque la foto bien demuestra que esa aseveración es falsa (simplemente un método de atracción turística).
Estuvimos una hora sentados, observando esa piedra. Me interesaba mas que la piedra ver a la gente alrededor. Por ej, los 6 niños que estaban cerca. Una niña rezaba con profundidad inesperada hasta que un diabólico "monjito" (o novicio para ser correcto) la empezó a molestar para que parara con esas boludeces de los rezos, al ritmo que los demás niños comenzaron una batalla campal con divertida inocencia. O una señora reclinada en posición de respeto absoluto. O un joven de rodillas con las manos juntas en posición de plegaria. O un monje sentado pensando en quien sabe que. Encuentro en la gente lo fascinante de la situación. La piedra estaba buena claro, pero no era mas que una piedra. Si fuese budista probablemente sentiría a la piedra como una fuente de inspiración.
Tras un par de horas en el complejo budista, volvimos a la base y tomamos de nuevo al camión ganadero. Bajar la montaña era mas divertido que subirla (que no es divertido en absoluto). Aparte mi compañera Barbara no tuvo nauseas como en la ida.
Luego de una ducha para sacarse el olor a búfalo trabajador nos dedicamos a una merecida cerveza en el hotel. En el hotel, pobres, no daban pie con bola. Tenían menos ingles que un mono adormecido. Barbara estaba enojada pero yo no, estaba contento, relajado en ese lugar: le ponían tanto esfuerzo para satisfacernos como el gran San Martín Palermo (aunque con infinita menos capacidad goleadora del ex platinado y amado jugador xeneize). Al día siguiente a la mañana seria la ultima vez que vería a Barbara. Con un abrazo me despedí. Ya había llegado la hora. Ese mismo día me volvería a Tailandia.
Nos vemos en Bangkok, Tailandia.
No quiero. Solo quiero seguir en Myanmar.
No voy a llorar aunque bien vale cada lagrima.
Me voy de un lugar que adopta al turista.
Que lo trata como a un ser superior.
Un país que te ayuda en forma desinteresada.
El país de las sonrisas manchadas.
El país de las sonrisas rojas.
El país de saludo a cada paso.
El país que sufre un gobierno dictador.
El país de los templos.
El país del servicio y los regalos.
El país donde nunca se esta solo porque siempre habrá un local atento a las necesidades.
El país que se ganó mi corazón desde el primero al ultimo día.
Chau me voy pero prometo que jamás te olvidare.
No quiero. Solo quiero seguir en Myanmar.
No voy a llorar aunque bien vale cada lagrima.
Me voy de un lugar que adopta al turista.
Que lo trata como a un ser superior.
Un país que te ayuda en forma desinteresada.
El país de las sonrisas manchadas.
El país de las sonrisas rojas.
El país de saludo a cada paso.
El país que sufre un gobierno dictador.
El país de los templos.
El país del servicio y los regalos.
El país donde nunca se esta solo porque siempre habrá un local atento a las necesidades.
El país que se ganó mi corazón desde el primero al ultimo día.
Chau me voy pero prometo que jamás te olvidare.
Porque nunca hay foto de las minitas Gabo? eh? porqué???
ResponderEliminarjaja, pioooola el post!
te veo el finde.