lunes, 6 de diciembre de 2010

Kuala Lumpur (Malasia) - Un tropezón no es caída

Mi amigo del día, Toby, un hermano alemán que había visitado Malasia varias veces, me acompaño en el trayecto de Singapur a KL (Kuala Lumpur): trayecto de 8 horas. De la estación del bus tomamos un tren al centro de KL. Al dejarme en la estación de trenes donde me tenía que bajar me sentí mas solo que una moneda en el bolsillo de Don Ramon! Si bien Tobi me explico adonde tenía que ir, antes de que terminara de hablar yo ya me había olvidado sus indicaciones. "No hay nada que no puedas lograr amigo" me dije en tono motivante. Camine sin ningún destino claro y admito que con un poco de temor. Ya eran las 18 hs y KL me recibió nublado. A diferencia de Singapur, acá había gente en la calle mendigando, había un olor raro y cuando llegue a mi destino, Chihatown, había mas gente que en la bombonera un domingo a la tarde! Buscaba un hostel pero ante tanto bombardeo de publicidad y puestos chinos era como encontrar una aguja en un pajar. Apenas vi uno me metí como mono hambriento buscando una banana: era un hostel de hiper mala muerte, cuyo recepcionista parecía no hablar ingles y por lo tanto tuvimos una charla de lo mas divertida "pa quien la escuchara de afuera". Salía unos 3u$d. Subí a mi habitación, la situación se asemejaba a una película de terror donde uno, escapandose del asesino, cae en un hotelucho barato y camina por pasillos con olor a orina y esquivando agujas. La habitación no estaba tan tan mal. Decidí quedarme y al día siguiente buscar algo mejor.

Cuando camine hacia el baño vi algo que me hizo temblar: un roedor del tamaño de un gato pequeño. Gracias a Dios no sufro de problemas de corazon porque las revoluciones aumentaron a mil por hora! Tome mis cosas sin mas y me escape sin decir adiós. Salí de ahí con el corazón palpitante, nervioso pero sobre todo sorprendido! Puedo aguantar cucarachas, mosquitos pero nunca una rata (aunque "nunca digas nunca"). Como se ponía mas y mas oscuro decidí consultar a la gente; o yo soy un idiota o la gente habla para el carajo porque no entendía nada, nada, ni siquiera se si me hablaban en ingles. Como todavía faltaban bizarreadas en esta historia cuando entre a un hotel, un señor de características maduras, cuerpo de 100% lucha, masculinidad al nivel de stallone me hablo con una voz de mina que no sabia si llorar o que. Quizas era una mina con mucha barba. Quizas no tenia plata para una pincita de depilar. Salí de ahí a los saltos, comence a caminar buscando una solucion hasta que vi a un mochilero! Me acerque sin titubear y me llevo a un hostel que parecía estar libre de ratas y allí pase la noche, no sin antes salir a comer con Beni a mc donalds y agradecer a Dios porque cuando parece que todo sale mal, siempre siempre vuelve a salir el sol...



Apuesto a que aca encontramos mas

2 comentarios:

  1. Jajaja, ahora si arrancan las historias que todo esperábamos, codeándote con la mugre, haciéndote más hombre. Ya dejaste de afeitarte el pecho, no?

    Volvé que Toto está más maricón que nunca...

    ResponderEliminar
  2. Demando ver fotos sacadas con el porongo que te regale

    ResponderEliminar