Bus Quito-Tulcan (pueblo frontera con Ecuador): 5 u$d. Duración: 6 horas.
Taxi-colectivo desde frontera a la terminal de Ipiales: 1600 pesos. Duración: 10 minutos.
Que hermoso es Ipiales. Es una ciudad a tan solo 10 km de la frontera con Ecuador en el departamento de Nariño. Parece Irlanda por sus montañas verdes y sus casas aisladas en las laderas. Todo el paisaje son cultivos de papas, arvejas, repollos y zanahorias. Las palpitaciones en mi corazón danzaban al sonido de esos paisajes que no creí que existieran ni en Colombia ni en ningún otro lugar. Llegado a la terminal de Ipiales dejé la mochila en la oficina de buses y me escapé a un lugar que juraba emocionarme: el santuario de Las Lajas lugar de peregrinación acá en Colombia. La fe se respira en los alrededores y la energía explota cuando se está en paz sentado en el puente, parte de esa hermosa iglesia.
Centenas de miles de placas agradecen a la virgen, madre de Dios y madre nuestra, por los milagros que cada uno sintió en su vida. Niños correteando por ahí, jóvenes parejas tomadas de la mano y otros, recorren esta maravilla arquitectónica construida entre montañas de piedras. Adentro la iglesia no tiene un lujo exagerado, es simplemente linda con cuadros y estatuas. Bien cuidada, se encuentra en un estado impecable y lista para admirar. Un par de horas recorriendo y reflexionando sobre mis acciones presentes y las futuras fue un energizante que me dio alas.
No quiero cambiar las palabras a este relato que me mandaron por mail al mostrarme interesado en esta historia. Solo categorizo las partes para una mejor leida.
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--- Cuando y quien recibe la bendicion de la aparición
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La historia de la Virgen de las Lajas se remonta a mediados del siglo XVIII. Sus protagonistas son la india María Mueses de Quiñones, descendiente de antiguos caciques y su pequeña hija Rosa, sordomuda de nacimiento. El lugar de los hechos se sitúa en los andes ecuatoriales a 2.600 metros de altitud, a media cuesta de una profunda quebrada sobre el río Guáitara, en el municipio de Ipiales, en el extremo sur de la actual Colombia, a diez kilómetros de la frontera con Ecuador.
Cierto día del año 1754 la india María dejó la entonces villa de San Pedro Mártir de Ipiales donde trabajaba, con la intención de visitar a sus parientes en el caserío de Potosí a unas pocas leguas de distancia. Al descender por la ladera occidental del cerro Pastarán para cruzar el puente sobre el río Guáitara, se desató una terrible tempestad. A fin de resguardarse, corrió hacia la gran cueva natural que había a media cuesta, esperando que la lluvia pasara.
Temerosa por el torrencial aguacero, lo desolado de aquellos parajes y por la idea de que el demonio sojuzgaba el puente “para hacer presa de la infortunada persona que viajase sola, se angustió, lloró e invocó el auxilio de la Santísima Virgen del Rosario”, cuya devoción había aprendido de los padres dominicos, que desde hacía dos siglos evangelizaban dichas comarcas.
De pronto, siente que alguien le toca en la espalda. Asustada a más no poder, la intuitiva mujer no piensa sino en emprender veloz carrera, cruzar raudamente el puente y llegar sana y salva a Potosí.
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--- La Madre del mas necesitado, el verdadero tesoro de Dios. "¡Mamita, la mestiza me llama!"
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Pasado el primer susto, unos días después, María emprende el regreso a Ipiales. Esta vez lo hace en compañía de su pequeña hija de cinco años llamada Rosa, sordomuda de nacimiento, a quien lleva en la espalda según la costumbre andina. Al llegar a la cueva del Pastarán, se detiene para descansar. La niña entonces se desliza suavemente de la madre y empieza a trepar por las lajas. De pronto María escucha que su hija le habla: “Mamita, vea a esta mestiza que tiene un mesticito en los brazos y dos mestizos a los lados”. Desconcertada, no atina sino a tomar a la niña y huir del lugar.
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--- Esta mujer ha de estar loca.
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Al llegar a casa de la familia Torresano, sus antiguos patrones, cuenta lo ocurrido, pero no hay quien le crea. Atendidos los motivos que la llevaron a Ipiales, María vuelve a su pueblo. Pero a medida que se aproxima a la famosa cueva, los temores le comienzan a asaltar nuevamente. Al llegar a su entrada, se detuvo titubeante. Y con más fuerza la niña volvió a hablar: “¡Mamita, la mestiza me llama!” Nueva impresión, nueva carrera, nueva incógnita… ¿qué hay realmente en esa cueva?
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--- "No podemos callar lo que hemos visto y oido" Hechos 4, 20
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Tan pronto como llegó a Potosí, contó lo ocurrido. La noticia corrió de boca en boca, los vecinos se congregaron en la casa de María, todos querían conocer directamente los pormenores del hecho.
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--- Comparación entre Las Lajas y Lourdes
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Mientras tanto, en medio del alboroto, Rosita desapareció. Apenas se dieron cuenta de la ausencia de la niña, se la buscó en vano por todas partes. ¿Adónde habría ido Rosa? No había otra explicación —las almas inocentes conservan una atracción irresistible por las cosas sobrenaturales—: la niña había acudido ciertamente al llamado de “la mestiza”. En Las Lajas como en Lourdes, un siglo después, en la gruta del Pastarán como en la de Massabielle, Rosita como Santa Bernardita, sintieron esa atracción irresistible. Hacia allá se trasladó también María en busca de su hija y allí se encontró con un maravilloso espectáculo: Al llegar a la cueva vio sin sorpresa a su hija arrodillada a los pies de la Mestiza, jugando cariñosa y familiarmente con el rubio Mesticito que se había desprendido de los brazos de su Madre.
¡Qué escena más íntima y conmovedora! Sólo Dios es capaz de siquiera imaginar algo así.
La visión había sido tan extraordinaria que María dudó esta vez de contarla a los demás.
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--- Muerte y resurrección de Rosita, la hija sordomuda
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Y este otro favor de la Virgen de las Lajas hubiera permanecido ignorado si un nuevo e impresionante suceso no lo hubiera tornado público.
Un tiempo después de lo ocurrido, Rosa cayó gravemente enferma y murió. La desconsolada madre, concibió entonces la idea de llevar el cuerpecito sin vida de su entrañable hija a los pies de la Señora del Pastarán, para recordarle las flores y velas con que la niña solía obsequiarla y pedirle encarecidamente que le restituyera la vida. Ante los ruegos insistentes y las copiosas lágrimas, ante la fe que no se doblega, la Virgen no resistió y obtuvo de su Divino Hijo la gracia de la resurrección de la pequeña Rosa.
Exultante de alegría y agradecimiento, María Mueses de Quiñones se dirigió a Ipiales a golpear la puerta de la familia Torresano a quienes relató el nuevo prodigio. El testimonio es impresionante, la prueba es contundente, no queda más que avisar al Cura. A pesar de lo avanzado de la noche, se organiza una comitiva encabezada por don Juan Torresano. El dominico Fray Gabriel de Villafuerte los recibe y procede al interrogatorio de rigor. Las campanas se echan al vuelo y la noticia se esparce por el pueblo: “¡La Virgen del Rosario se ha aparecido en las peñas del Pastarán! ¡La ha visto María Mueses de Quiñones! ¡Es hermosa y resplandeciente!” Pero el Cura quiere cerciorarse de todo, aún no está totalmente convencido. Al día siguiente, bien de madrugada, una primera y concurrida peregrinación se da inicio en Ipiales. Es el 15 de setiembre de 1754, fiesta del Dulce Nombre de María. A las seis de la mañana, llegan a Las Lajas: “El milagro fulge ante sus ojos y ante su corazón. No es posible dudar: la Santísima Virgen ha sentado sus reales en las rocas del Pastarán”.
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--- La firma de Dios en la Creación. La figura en las rocas.
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El renombrado pensador católico Plinio Corrêa de Oliveira comentó en numerosas oportunidades la imagen de la Virgen de las Lajas. Admirado por sus sorprendentes características afirmó que era la firma de Dios en la Creación.
La figura impresa en la piedra laja representa a Nuestra Señora del Rosario, de pie sobre la media luna, llevando al Niño Jesús en el brazo izquierdo y el santo rosario en el derecho. A uno y otro lado, aparecen las figuras de San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán. La roca mide 3,20 metros de alto por dos de ancho; y las imágenes abarcan una superficie de dos metros de alto por 1,20 de ancho.
A diferencia de otras advocaciones marianas, en Las Lajas no hubo testigos: se desconoce cómo es que se formó la imagen. Nadie se arrogó o se le atribuyó con fundamento su manufactura. No se puede señalar con exactitud desde cuándo está la imagen grabada en la inmensa laja. Como hemos visto, su hallazgo vino a corroborar la aparición.
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--- Milagro o mentira? Pruebas cientificas.
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Aunque a lo largo de los años no han faltado escépticos y detractores —hasta en las filas del clero—, que niegan la factura milagrosa de la imagen, éstos jamás han conseguido demostrar razonablemente un origen natural. La tesis tradicional, por el contrario, no apenas se mantiene en pie sino que cada día gana mayores adeptos. En años recientes, un grupo de geólogos alemanes visitó el Santuario de Las Lajas para efectuar diversas pruebas científicas.
Después de llegar a la conclusión de que no existía en la imagen el menor fragmento de pintura o pigmento de cualquier clase, perforaron minúsculos orificios en la laja, sólo para descubrir que la imagen y todos sus admirables colores ¡penetraban varios centímetros en la roca!
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--- La difusion del milagro y las distintas construcciones de devoción en el tiempo
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La noticia del prodigio en la quebrada del Guáitara se difundió por todos los pueblos a la redonda con inusitada rapidez. A la primitiva ermita de madera y paja, pronto le sucedió en 1794 una capilla de cal y ladrillo. A mediados del siglo XIX se levantó un primer santuario que con el tiempo quedaría también pequeño para cobijar la gran afluencia de fieles especialmente en los días de fiesta.
Así, es en tiempos de Ezequiel Moreno Díaz, el obispo de Pasto, que surge la audaz idea de levantar un magnífico templo sobre el abismo. ¡El cielo es de los audaces! Y en 1899 el insigne pastor agustino descalzo secunda la idea por medio de una Carta Pastoral. Pero debido a la inestabilidad política del momento, recién el día 1º de enero de 1916 es colocada la primera piedra del actual santuario. Los trabajos recibieron durante 33 años el impulso de sucesivos capellanes, hasta su culminación en 1949.
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--- Coronacion de Nuestra Señora de Las Lajas
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Por una gracia del Papa Pío XII, Nuestra Señora de las Lajas fue coronada canónicamente el 15 de setiembre de 1952, en una imponente celebración a la que asistieron casi todos los obispos de Colombia. En 1954, la Santa Sede concedió al santuario el título de Basílica Menor.
Taxi-colectivo desde frontera a la terminal de Ipiales: 1600 pesos. Duración: 10 minutos.
Que hermoso es Ipiales. Es una ciudad a tan solo 10 km de la frontera con Ecuador en el departamento de Nariño. Parece Irlanda por sus montañas verdes y sus casas aisladas en las laderas. Todo el paisaje son cultivos de papas, arvejas, repollos y zanahorias. Las palpitaciones en mi corazón danzaban al sonido de esos paisajes que no creí que existieran ni en Colombia ni en ningún otro lugar. Llegado a la terminal de Ipiales dejé la mochila en la oficina de buses y me escapé a un lugar que juraba emocionarme: el santuario de Las Lajas lugar de peregrinación acá en Colombia. La fe se respira en los alrededores y la energía explota cuando se está en paz sentado en el puente, parte de esa hermosa iglesia.
Centenas de miles de placas agradecen a la virgen, madre de Dios y madre nuestra, por los milagros que cada uno sintió en su vida. Niños correteando por ahí, jóvenes parejas tomadas de la mano y otros, recorren esta maravilla arquitectónica construida entre montañas de piedras. Adentro la iglesia no tiene un lujo exagerado, es simplemente linda con cuadros y estatuas. Bien cuidada, se encuentra en un estado impecable y lista para admirar. Un par de horas recorriendo y reflexionando sobre mis acciones presentes y las futuras fue un energizante que me dio alas.
Desde un mirador yendo hacia el santuario se puede ver esa obra magnifica a la distancia.
Llegando al santuario, centro de peregrinación de miles de personas. Se puede observar la iglesia de piedra gris y blanca de estilo neogótico.
Llegando al santuario, centro de peregrinación de miles de personas. Se puede observar la iglesia de piedra gris y blanca de estilo neogótico.
El santuario queda entre dos riscos y fue construido a mediados del siglo XVIII.
El puente se encuentra a 50 metros de altura. Mide 17 metros de ancho y 20 metros de largo.
Estatuas y distintas obras de arte adornan el lugar.
Varias misas tienen lugar durante el día. También hay confesiones durante todo el día.
Cientos de miles de placas agradeciendo a la virgen del Rosario por algún milagro hecho.
El papa Pio XII le dio el título de basílica menor en 1954.
Los alrededores del santuario también tiene estatuas.
El santuario o basílica se encuentra situado en el cañon del río Guáitara entre los riscos de dos montañas.
Al costado se puede ver una cascada que alimenta al río Guáitara que pasa por debajo.
"Ella a todos escucha, a nadie deja; a todos mira, a todos alboroza" Teofilo Alban Ramos
El santuario se considera topograficamente el mas lindo del mundo y religiosamente el mas visitado de América.
La maravillosa historia de Nuestra Señora de las LajasNo quiero cambiar las palabras a este relato que me mandaron por mail al mostrarme interesado en esta historia. Solo categorizo las partes para una mejor leida.
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--- Cuando y quien recibe la bendicion de la aparición
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La historia de la Virgen de las Lajas se remonta a mediados del siglo XVIII. Sus protagonistas son la india María Mueses de Quiñones, descendiente de antiguos caciques y su pequeña hija Rosa, sordomuda de nacimiento. El lugar de los hechos se sitúa en los andes ecuatoriales a 2.600 metros de altitud, a media cuesta de una profunda quebrada sobre el río Guáitara, en el municipio de Ipiales, en el extremo sur de la actual Colombia, a diez kilómetros de la frontera con Ecuador.
Cierto día del año 1754 la india María dejó la entonces villa de San Pedro Mártir de Ipiales donde trabajaba, con la intención de visitar a sus parientes en el caserío de Potosí a unas pocas leguas de distancia. Al descender por la ladera occidental del cerro Pastarán para cruzar el puente sobre el río Guáitara, se desató una terrible tempestad. A fin de resguardarse, corrió hacia la gran cueva natural que había a media cuesta, esperando que la lluvia pasara.
Temerosa por el torrencial aguacero, lo desolado de aquellos parajes y por la idea de que el demonio sojuzgaba el puente “para hacer presa de la infortunada persona que viajase sola, se angustió, lloró e invocó el auxilio de la Santísima Virgen del Rosario”, cuya devoción había aprendido de los padres dominicos, que desde hacía dos siglos evangelizaban dichas comarcas.
De pronto, siente que alguien le toca en la espalda. Asustada a más no poder, la intuitiva mujer no piensa sino en emprender veloz carrera, cruzar raudamente el puente y llegar sana y salva a Potosí.
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--- La Madre del mas necesitado, el verdadero tesoro de Dios. "¡Mamita, la mestiza me llama!"
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Pasado el primer susto, unos días después, María emprende el regreso a Ipiales. Esta vez lo hace en compañía de su pequeña hija de cinco años llamada Rosa, sordomuda de nacimiento, a quien lleva en la espalda según la costumbre andina. Al llegar a la cueva del Pastarán, se detiene para descansar. La niña entonces se desliza suavemente de la madre y empieza a trepar por las lajas. De pronto María escucha que su hija le habla: “Mamita, vea a esta mestiza que tiene un mesticito en los brazos y dos mestizos a los lados”. Desconcertada, no atina sino a tomar a la niña y huir del lugar.
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--- Esta mujer ha de estar loca.
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Al llegar a casa de la familia Torresano, sus antiguos patrones, cuenta lo ocurrido, pero no hay quien le crea. Atendidos los motivos que la llevaron a Ipiales, María vuelve a su pueblo. Pero a medida que se aproxima a la famosa cueva, los temores le comienzan a asaltar nuevamente. Al llegar a su entrada, se detuvo titubeante. Y con más fuerza la niña volvió a hablar: “¡Mamita, la mestiza me llama!” Nueva impresión, nueva carrera, nueva incógnita… ¿qué hay realmente en esa cueva?
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--- "No podemos callar lo que hemos visto y oido" Hechos 4, 20
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Tan pronto como llegó a Potosí, contó lo ocurrido. La noticia corrió de boca en boca, los vecinos se congregaron en la casa de María, todos querían conocer directamente los pormenores del hecho.
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--- Comparación entre Las Lajas y Lourdes
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Mientras tanto, en medio del alboroto, Rosita desapareció. Apenas se dieron cuenta de la ausencia de la niña, se la buscó en vano por todas partes. ¿Adónde habría ido Rosa? No había otra explicación —las almas inocentes conservan una atracción irresistible por las cosas sobrenaturales—: la niña había acudido ciertamente al llamado de “la mestiza”. En Las Lajas como en Lourdes, un siglo después, en la gruta del Pastarán como en la de Massabielle, Rosita como Santa Bernardita, sintieron esa atracción irresistible. Hacia allá se trasladó también María en busca de su hija y allí se encontró con un maravilloso espectáculo: Al llegar a la cueva vio sin sorpresa a su hija arrodillada a los pies de la Mestiza, jugando cariñosa y familiarmente con el rubio Mesticito que se había desprendido de los brazos de su Madre.
¡Qué escena más íntima y conmovedora! Sólo Dios es capaz de siquiera imaginar algo así.
La visión había sido tan extraordinaria que María dudó esta vez de contarla a los demás.
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--- Muerte y resurrección de Rosita, la hija sordomuda
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Y este otro favor de la Virgen de las Lajas hubiera permanecido ignorado si un nuevo e impresionante suceso no lo hubiera tornado público.
Un tiempo después de lo ocurrido, Rosa cayó gravemente enferma y murió. La desconsolada madre, concibió entonces la idea de llevar el cuerpecito sin vida de su entrañable hija a los pies de la Señora del Pastarán, para recordarle las flores y velas con que la niña solía obsequiarla y pedirle encarecidamente que le restituyera la vida. Ante los ruegos insistentes y las copiosas lágrimas, ante la fe que no se doblega, la Virgen no resistió y obtuvo de su Divino Hijo la gracia de la resurrección de la pequeña Rosa.
Exultante de alegría y agradecimiento, María Mueses de Quiñones se dirigió a Ipiales a golpear la puerta de la familia Torresano a quienes relató el nuevo prodigio. El testimonio es impresionante, la prueba es contundente, no queda más que avisar al Cura. A pesar de lo avanzado de la noche, se organiza una comitiva encabezada por don Juan Torresano. El dominico Fray Gabriel de Villafuerte los recibe y procede al interrogatorio de rigor. Las campanas se echan al vuelo y la noticia se esparce por el pueblo: “¡La Virgen del Rosario se ha aparecido en las peñas del Pastarán! ¡La ha visto María Mueses de Quiñones! ¡Es hermosa y resplandeciente!” Pero el Cura quiere cerciorarse de todo, aún no está totalmente convencido. Al día siguiente, bien de madrugada, una primera y concurrida peregrinación se da inicio en Ipiales. Es el 15 de setiembre de 1754, fiesta del Dulce Nombre de María. A las seis de la mañana, llegan a Las Lajas: “El milagro fulge ante sus ojos y ante su corazón. No es posible dudar: la Santísima Virgen ha sentado sus reales en las rocas del Pastarán”.
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--- La firma de Dios en la Creación. La figura en las rocas.
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El renombrado pensador católico Plinio Corrêa de Oliveira comentó en numerosas oportunidades la imagen de la Virgen de las Lajas. Admirado por sus sorprendentes características afirmó que era la firma de Dios en la Creación.
La figura impresa en la piedra laja representa a Nuestra Señora del Rosario, de pie sobre la media luna, llevando al Niño Jesús en el brazo izquierdo y el santo rosario en el derecho. A uno y otro lado, aparecen las figuras de San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán. La roca mide 3,20 metros de alto por dos de ancho; y las imágenes abarcan una superficie de dos metros de alto por 1,20 de ancho.
A diferencia de otras advocaciones marianas, en Las Lajas no hubo testigos: se desconoce cómo es que se formó la imagen. Nadie se arrogó o se le atribuyó con fundamento su manufactura. No se puede señalar con exactitud desde cuándo está la imagen grabada en la inmensa laja. Como hemos visto, su hallazgo vino a corroborar la aparición.
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--- Milagro o mentira? Pruebas cientificas.
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Aunque a lo largo de los años no han faltado escépticos y detractores —hasta en las filas del clero—, que niegan la factura milagrosa de la imagen, éstos jamás han conseguido demostrar razonablemente un origen natural. La tesis tradicional, por el contrario, no apenas se mantiene en pie sino que cada día gana mayores adeptos. En años recientes, un grupo de geólogos alemanes visitó el Santuario de Las Lajas para efectuar diversas pruebas científicas.
Después de llegar a la conclusión de que no existía en la imagen el menor fragmento de pintura o pigmento de cualquier clase, perforaron minúsculos orificios en la laja, sólo para descubrir que la imagen y todos sus admirables colores ¡penetraban varios centímetros en la roca!
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--- La difusion del milagro y las distintas construcciones de devoción en el tiempo
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La noticia del prodigio en la quebrada del Guáitara se difundió por todos los pueblos a la redonda con inusitada rapidez. A la primitiva ermita de madera y paja, pronto le sucedió en 1794 una capilla de cal y ladrillo. A mediados del siglo XIX se levantó un primer santuario que con el tiempo quedaría también pequeño para cobijar la gran afluencia de fieles especialmente en los días de fiesta.
Así, es en tiempos de Ezequiel Moreno Díaz, el obispo de Pasto, que surge la audaz idea de levantar un magnífico templo sobre el abismo. ¡El cielo es de los audaces! Y en 1899 el insigne pastor agustino descalzo secunda la idea por medio de una Carta Pastoral. Pero debido a la inestabilidad política del momento, recién el día 1º de enero de 1916 es colocada la primera piedra del actual santuario. Los trabajos recibieron durante 33 años el impulso de sucesivos capellanes, hasta su culminación en 1949.
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--- Coronacion de Nuestra Señora de Las Lajas
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Por una gracia del Papa Pío XII, Nuestra Señora de las Lajas fue coronada canónicamente el 15 de setiembre de 1952, en una imponente celebración a la que asistieron casi todos los obispos de Colombia. En 1954, la Santa Sede concedió al santuario el título de Basílica Menor.
Me toca ir a Cali.
Te contaré pronto sobre la capital de la salsa.
que increibleeee ese santuario, lugar increible!
ResponderEliminarMuy interesante Gabo!!
ResponderEliminarMe fascinan las iglesias / santuarios "particulares", con algo distinto. Este sin duda lo tiene, y si se suma el paisaje y la atmósfera que se respira, mucho mejor!!
ResponderEliminarViste!!! Yo sabia que te iba a gustar! =)
ResponderEliminarsueño con ir desde que lei esto.
ResponderEliminarcreo que mañana es el dia!
Reza por mi y por todos nikita!! Despues me contas (si queres en un comentario aca asi todos leen mas info). Te quiero chiquita
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