martes, 15 de marzo de 2011

Inle Lake (Myanmar) - El lago con una idiosincracia distinta

Llegué a Inle Lake con los pies pesandome varios kilos mas del común peso. Esta vez no llegué a una ciudad en tren o bus o ferry, esta vez llegué caminando desde Kalaw en un treking de 3 días. Llegar fue placentero, el treking había sido maravilloso, la gente con la que caminé resultó ser agradablemente amistosa y el guía se había convertido en mi persona favorita de Asia.
Comimos una apetecible comida a la cual le puse picante extra. Para este entonces me gusta el picante aunque, admito, no me abuso poniendole ese ingrediente que supe odiar al principio del viaje. Al llegar a Inle Lake, la entrada a la ciudad valió 5 dólares lo cual me pareció cualquier burrada. Cobrar por entrar a una ciudad? Donde se vio? Que el gobierno se deje de hacer el boludo y nos deje de cobrar o se pudre el rancho. Quise decirlo en ingles a mis compañeros de treking pero nadie hubiera entendido (y además no sabia como decir "rancho")...
Tomamos un bote por una hora y media hasta nuestro hostel. El viaje en bote estuvo bueno. Primero pasamos por varios angostos canales donde nos cruzamos algún par de veces con otros botes con turistas. Era de las primeras caras occidentales en varios días. Lo admito, extrañé ser el único (juntos con el grupo de treking). Al costado del lago había rústicas casas y mucha gente se bañaba en el río. Se bañaba con jabón, no eran chapuzones juguetones eh. Otros, generalmente mujeres, lavaban la ropa.

Gente bañandose y lavando la ropa


El búfalo también merece un chapuzon...

Al escaparnos de un canal secundario y al entrar en el inmenso lago me sentí una cucaracha en las calles Nueva York. Había varios botes a la vista, muchos de ellos sino la mayoría, eran botecitos pequeños sin motor de pescadores que, bajo un sol que atontaría al mas inteligente, pescaban con paciencia y tolerancia admirable. Noté que muchos de ellos golpeaban el agua con rabia opuesta a la paz que se respiraba en el lugar. Después me enteraría que era para que los peces se espantaran y fueran directo a la red que tenían ubicada a unos metros enfrente del precario bote.


Los pescadores reman con los pies; lo mueven como una hélice es muy impresionante

Un pescador golpea el agua para asustar a los peces y que vayan directo a la red

Es así, yo seré inteligente porque se derivar, hallar la superficie bajo la curva, programar y porque alguna vez entendí la teoría de la relatividad (?), pero ellos tienen otra inteligencia, otro conocimiento, un saber heredado de sus padres y ellos a su vez de sus padres; ellos cubren sus necesidades de manera manual, sin gordos libros, sin 14 años de escuela, sin... nada mas que sus manos.

El lago es distinto al lago Nahuel Huapi, ese bellísimo espectáculo que se puede ver en Bariloche, esa belleza natural, pura, que casi enloquece a los ojos. Este era un lago marrón, parecido a un río, con varios lugares cubiertos de verdes algas, con precarios pero confiables puentes de madera y bamboo. Yo me esperaba un paraíso terrenal. Me esperaba un lugar que fuera "one in a million". Pero no. Era un lugar bonito pero corriente. Lo maravilloso del lugar residía en la idiosincrasia de los pueblerinos, en la gente que lo adorna: las mujeres cargando pesadas cargas en sus cabezas, los pescadores, los niños diciendo "hello" al ritmo de las manos moviéndose arriba y abajo, con una sonrisa sin maldad, con ojos juguetones, con el deseo solo de divertirse, de correr  asustados cuando uno se les acerca con los brazos abiertos como si fuera un fantasma que los quiere atrapar.
"Dejen que los niños vengan a mi..." Mateo 19, 14
Es algo universal, los niños son puros; "dejen que los niños vengan a mi" dijo Jesús, "el reino de los cielos es para quien es como ellos". No es difícil de entender el motivo (esa inocencia inherente al niño es la clave), lo difícil es entender porque cuando crecemos nos convertimos, nos corrompemos y esos ojos sin maldad se transforman en ojos críticos, en miradas de envidia y odio y ese anhelo de conocer al otro se convierte en discriminación, en marginación, en pura mierda.




El hostel donde llegamos llamado Queen Inn, un bello lugar con bungalows, no tenia lugar así que me fui con unos alemanes (Denis y Valentín) a Gipsy guesthouse. En ambos lugares nos trataron como si fuéramos los reyes del reino unido. Los alemanes, sin palabras, grandiosas personas; por ejemplo, entre ellos hablaban en ingles para que yo entendiera, característica valorable ya que muchas veces cuando uno viaja con dos amigos del mismo país entre ellos hablan en su idioma quedándose uno en el medio mirándose las uñas (que inevitablemente estarán sucias).. Lastima que ellos volvían a Yangon y mi próxima parada era Mandalay, porque hubiera sido ideal seguir con ellos. Especialmente con uno, Denis, formamos gran camaderia ya que el otro, Valentín, estuvo enfermo casi los dos días por la insolación que el treking lo regaló. Con Denis tuvimos gran calidad de conversaciones, el estaba interesado en lo que le pudiera contar sobre Argentina, del Che, Maradona, escuchaba con interés a que me dedicaba, charlamos sobre fe con verdadero respeto, comparamos la iglesia en Argentina y la iglesia en Alemania y pasando por diversos temas que uno no tocaría con una persona con la cual no se sintiera cómodo. En fin, un fenómeno al cual espero un día recibir en Argentina con una buena y fría Quilmes y un sabroso asado.
Inle Lake es un lugar turístico donde todo quien viene a Myanmar va y es distinto a los demás lugares donde estuve de este precioso país; sin ser exagerado, ni molesto, ni abrumador hay varias personas ofreciendo viajes en bote. Una vez que uno los escucha, te regalan una sonrisa y se van sabiendo que hicieron su parte y luego estará en uno tomar esa oferta o no. Acá nadie parece aumentar los precios descabelladamente, cobran todos prácticamente lo mismo. Eso me gustó pero me pregunté que pasaría si el turismo en Myanmar crece a niveles obscenos como en Tailandia. Ojalá que jamás pierdan la simpleza, humildad y sencillez que tanto me esta rompiendo la cabeza.

Al costado del lago la gente vive y se muestra dispuesta a las fotos de mi curiosa cámara


El pueblo rodeado de lago se puede recorrer en un día fácilmente. Caminamos por la calle principal, saludando, observando algunas pagodas (templos), entrando a un horrible mercado donde las palomas peleaban por un resto de comida y simplemente nos dedicamos a observar (no siempre hay actividades súper para hacer, no?).
Al día siguiente, junto con dos italianos (uno de los cuales, Fabrizio, es tan bueno que daban ganas de abrazarlo como a un Teddy Bear), la holandesa Barbara, la inglesa Roma (bonita? Si y mucho mas por ser súper inteligente y agradable charlar con ella) y Denis, alquilamos unas bicis (por 1000 kiat = 1€) y salimos a pedalear la ruta, que en Inle Lake mas bien seria pedalear una calle de tierra con tramos de pavimento. Si bien el sol parecía querer matarnos, la travesía fue placentera. Paramos en un restaurante al cual solo se puede ir cuando la dueña te pasa a buscar con un bote, donde comimos tan bien que daban ganas de quedarse ahí a vivir y ganar los kilos que perdí en este viaje. Que linda gente, que linda gente, que linda gente la puta madre.


En el medio del lago transportándome hacia un restaurante.


Una comida abundante, un servicio 5 estrellas. Asi es la manera en Myanmar

Al día siguiente comprendí que el treking me habia agotado y que solo quería relajarme. Tras despedirnos con los buenos germanos, no me sentí solo: toda la gente estaba interesada en darme charla. Myanmar nunca te deja solo, la gente es como superman: huele que los necesitas porque te sentís solo y salen a tu salvación
.
Ya se había acabado el tiempo, ya había disfrutado este lugar, al día siguiente me separaría de casi todos los buenos amigos que conocí en el treking y me iría rumbo a Mandalay.

Próxima ciudad, Mandalay.

lunes, 14 de marzo de 2011

Kalaw (Myanmar) - El treking

Fui al pueblo de Kalaw para hacer un treking desde dicho lugar hacia el lugar recomendado por todo mundo, Inle Lake.
Mr Robin el guía de Golden Lily
Contratamos el tour en Golden Lily Guesthouse, salía 15 dólares diarios e incluía comida y alojamiento.
Primera observación, otros lugares salía 10 dólares per capita.
Segunda observación, Lily nos mintió porque la segunda noche dormimos en un monasterio nos pidieron una colaboración así que "all inclusive" mis polainas.
Tercera observación, el tercer día no fue completo, llegamos al mediodía a Inle Lake, cominos y luego el bote hacia el guesthouse había que pagarlo y el alojamiento y la cena también.
A pesar de esto, considero que valió la pena porque me tocó un guía maravilloso que nos enseño muchísimo. Si vas a Golden Lily, pedí por Mr Robin, sino anda a averiguar otros precios. Yendo a lo importante... escenas de desnudos!!


Primer día
Me levanté a las 7:30 de la mañana. Ese día me esperaría un treking de 3 días, 2 noches. Dos italianos (Lele y Fabrizio), una holandesa (Barbara) y una inglesa (Roma) serian mis compañeros de viaje. Me sorprendí negativamente cuando noté que casi todos ellos se fueron con el otro grupo y me quedé solo con la inglesa y unos desconocidos. Bueno, tampoco voy a ir corriendo detrás de ellos, no? pensé con un poco de bronca. Olvidé torpemente que Gabi es el afortunado de todas las historias. Mi guía resultó ser Mr Robin, un burmes de 50 años, de antepasados indios, de religión sikh (una ramificación del hinduismo), de sonrisa blanca y pareja, de vida sana (no toma, ni fuma) y de un conocimiento de cultura general que me hacia admirarlo cada vez que hablaba. Sabia mas del mundo que cualquiera de nosotros y, saber que nunca salió de su país, lo convierte en aun mas admirable. Todo su conocimiento se debía a charlar con turistas; ese hombre tenia un hambre por saber que daba escalofríos. Con un turbante verde en la cabeza, unos ojos penetrantes e inteligentes y un ingles perfecto partimos al camino guiado por el. Pusimos en sus manos 3 días de nuestro viaje, vaya presión para una sola persona. Cada pocos minutos frenaba y nos mostraba las plantas, las flores, con nombre y apellido, origen y edad aproximada. Si bien puede sonar aburrido, era interesante saber para que utilizaban las distintas plantas. Ademas le ponía unas ganas... La utilidad de las plantas iban desde tequila hasta medicinas naturales contra toda clase de enfermedades. El trayecto era verde, arbolado, así que a pesar del calor, se podía caminar tranquilo escudándose en la sombra que un viejo palo con raíces nos regalaba. Una vez que escapamos de Kalaw, los pequeños pueblitos campesinos comenzaron a ser nuestros compañeros, niños saludando, mujeres y hombres trabajando en el cultivo de arroz, chile, y otras verduras que no recuerdo. Búfalos llevando carretas comenzaron a ser comunes. Nosotros caminábamos por los árido y marcados caminos, escuchando las enseñanzas de Mr Robin a cada paso. La vista era preciosa, arboles con hojas verdes y amarillas reinaban el espectáculo.


Bajo el Arbol Bodhi (Ficus Religiosa), tipo de árbol donde Buda recibió la iluminación

Paisaje primer día

Entre enseñanzas y enseñanzas, que incluían comentarios sobre el budismo, la conversación se tornaba mas interesantes hablando de la realidad en Myanmar, una realidad que me hacia pensar en mi país a finales de los 70. Con fechas precisas y explicaciones lógicas fuimos adentrándonos en la historia del país menos turístico del sudeste asiático. Llegamos luego de unas 4 horas al ansiado almuerzo que consistió en comida India: chapati con arroz y salsa.

Almuerzo con comida india - Chapati, arroz, salsa y huevo duro. Para tomar: te.

Maravillosa comida. Estábamos comiendo en la casa del medico del pueblo. Pero no era un medico como en occidente conocemos, éste era el doc que recetaba medicamentos naturales, como ser un te de tal hoja para los dolores de cabeza y ese tipo de cosas. Ademas de el, había una pareja de unos 40 años cada uno que eran los médicos naturales de otra tribu cercana, así que llegamos justo cuando estaban intercambiando conocimiento; al ritmo del intercambio fumaban, mascaban betel con el jugo rojo en sus bocas y se divertían. El doc, de 84 años, era el mas anciano de la tribu y a pesar de su gran aspecto, era fumador desde los 15 años. Sin saber una palabra de ingles y con graciosa dificultad y gestos nos comunicamos con el simpático anciano tatuado en los brazos y pecho. Al terminar la comida nos ofreció hoja de Betel, una hoja que envuelve una seria de ingredientes y que esta haciendo estragos en los dientes de la gente, docolorandolos a un color rojizo y destruyendo las dentaduras (como expliqué en el post de Yangon - http://unlocodeseo.blogspot.com/2011/02/yangon-myanmar-la-ciudad-de-las_28.html).
Betel es una hoja que la untan con calcio, le ponen encina hoja de nueces (nut leaves) y tabaco. Luego la enrolan como un panqueque y el consumidor se la pone en la boca y la masca como un chicle por un rato largo. Luego con gran experticia escupen un liquido rojizo al piso.
Como Mr Robin nos explicó que no nos dañaría el estomago lo probé junto con la inglesa, Roma.

Armando el Betel

 Probandolo con mi amiga Roma (izq). Escupiendo el rojizo garzo (der)

Me quedo rojo?

Chill Out con el medico de la otra tribu y su mujer. El bowl blanco que tiene ahí era para escupir el jugo rojo del Betel. El termo verde contenía te.

Esta adicción causa cáncer de pulmón, laringe y boca, amen de la destrucción de los dientes. Según Mr Robin te podes sentir "high" pero nosotros probamos solo un poquito, así que no sentimos ningún efecto mas allá del asqueroso y amargo gusto. Al cabo de mascarlo por un rato, solo resta escupirlo y ver esa saliva color sangre que sale en forma de escupitajo pero sin la experticia de los locales.
Luego nos convido un cigarro, típico en Myanmar que parece un pequeño puro o habano con filtro hecho papel y cartón (no tiene tabaco tan solo esta hecho de una hoja de una planta llamada Berginia) envuelto en una hoja. Parece ser que lo hacen manualmente.

Fotos del cigarro típico en Myanmar

Dormimos una corta siesta y salimos a rodar por las verdes praderas no sin antes reirnos de los ronquidos de nuestro hindú guía. Caminamos encontrandonos con mas amistosos locales que con curiosidad nos saludaban. Al fin, cansados llegamos adonde dormiríamos, una humilde aldea al costado del camino. Esa noche fue de las noches que mas voy a recordar. Simplemente me separé del grupo y fui a charlar con el cocinero y el guía del otro grupo; se dio algo mágico, bajo la luz de las velas, tomamos un vasito (yo) pero una botella ellos, de la bebida Rum, un alcohol barato y feo como agarrarse malaria. Pero fue lindo, era yo uno mas de ellos. No había ninguna comodidad pero aun así pocas veces me sentí tan cómodo. La comida fue exquisita: otra especialidad hindú.

 El cocinero. Tan borracho como bonachon

 Si no puedes combatirlos, uneteles (tomando Rum)

Fotos todos juntos comiendo

La noche no fue una noche de bodas, no obstante. Estará entre los 5 noches con mas frío de mi vida. Tal es así que despertarnos a las 6 de la mañana fue un placer.

Segundo día
Ese día empezó temprano porque 23 km nos esperarían. El trayecto fue bien distinto al día anterior. Lo que el día anterior fuera verde y lleno de vida con arboles que nos cobijaban del sol, se transformó en un paisaje árido, seco como no habia visto antes. La belleza no residía tanto en la naturaleza sino en los múltiples colores que se podían ver. Un suelo color rojizo, piedras negras, pasajes de suelo amarillo, colinas con mezcla de naranjas, marrón, verde y terrazas de arroz inutilizadas hasta que la fecha se acerque y se puede cultivar. Caminar bajo el sol sin una sombra amiga me hacia sentir que estaba en el Sahara. Pero como me va a hacer sentir en el Sahara si yo nunca estuve en el Sahara. Como puede algo hacerme sentir en un lugar que jamás conocí? El sol comenzaba a dañar no solo mis habilidades motrices sino también a mis pensamientos. Estábamos en el medio de la naturaleza, Mr Robin aprovechaba para explicarnos aun mas en profundidad una realidad que no se lee en los libros.


Paramos a comer un merecido almuerzo con las piernas tan fatigadas hasta llegar al punto de querer dejarse caer bajo ese sol y que él fuera la brasa que nos cocinase para los depredadores que nunca vimos; o quizás para alguna ave carroñeras que tampoco vinos; o quizás para otro animal que nunca apareció. Habia dos posibilidades, o todos los animales estaban escondidos porque no se querían someter a una posible insolación o simplemente no existían en ese camino seco y colorido. Luego de la comida y de caminar algunas horas mas (como ser 3 o 4 - mi sentido del tiempo se había esfumado) llegamos casi afligidos, sin decir palabra, al monasterio que nos serviría de albergue aquella segunda y última noche. El monasterio era dirigido por un monje de 50 años y habla varias decenas de pequeños estudiantes del budismo. Todo burmes tiene que hacer al menos dos veces en la vida el "curso" para ser monje: uno cuando niño y otro de mas grande. Luego, si así lo desean, si los hace felices, pueden continuar siendo monjes. Muchos, sino todos, de aquellos pequeniños eran huérfanos y el director, su padre adoptivo.
En medio del baño de cubeta que me estaba dando en un habitáculo al aire libre sin techo, con paredes menos altas que yo, me escandalicé cuando uno de los monjitos entró a traerme otra cubeta de congelada agua cuándo yo, naturalmente, estaba en proceso de limpieza de mi sudado cuerpo. De todos modos no miró, fue todo un caballerito.
En la foto más arriba se me puede ver con una mujer usando el tradicional maquillaje que se utiliza en Myanmar: el Thanaka. Si bien ante nuestros ojos puede parecer raro e, incluso payasesco, es algo tradicional que usa un gran porcentaje de la población y lo hacen para evitar ser quemados por el sol. Genera una ternura preciosa.
Relajados luego de haberle comprado a esa mujer unos refrigerios, nos dedicamos a observar un bello atardecer tomando una cerveza caliente. Todo trabajo tiene su paga. O así debería ser...



Con Denis (Alemania) y Roma (Inglaterrna)
Un atardecer con cerveza y amigos

Aquella noche volvería a la cocina a charlar con el cocinero y el guía del otro grupo. Otro momento maradoniano. Cuando pensé que su ingles tartamudeado se debía a que no sabían hablar demasiado bien, luego me enteraría de las dos botellas de whisky que se habían tomado antes. Claro, el cocinero me hacia sacarle fotos tocando una guitarra imaginaria, las palabras de la boca del guía del otro grupo, flotaban en el aire y parecían elevarse a la nada... estuve un poco lento aquella noche, parece ser.



Una segunda noche con el cocinero y el guía del otro grupo

Esa noche, tras charlar entre todos acerca de lo que estábamos viviendo en ese país gobernado por mercenarios y desinteresados por el prójimo, nos fuimos a dormir inundados por un mar de estrellas que nos susurraban Algún día, quizás algún día...

Tercer día
Levantarme a las 5.30 de la mañana con los religiosos alaridos de los pequeños monjes no es algo que recomiendo a demasiadas personas. Si bien a algunos les puede parecer dulce, a mis tímpanos le pareció todo lo contrario. De todos modos, nosotros éramos invitados y ellos todos los días a esa hora cantan rezando así que solo me quedaba sacarme el enojo primero de haber sido despierto y luego dedicarme a disfrutar de ese canto a la iluminación interna. Luego de un desayuno recibimos la bendición del monje mayor quien también nos regalo una pulsera que nos recuerda los 5 preceptos que la gente normal debe tener en cuenta: no matar seres, no beber, no robar, no mentir y no tener una conducta sexual impropia. En el budismo se cree que si uno toma 1, 2, 3, 4 o 5 de estos preceptos y los cumple entonces será recompensado con una vida larga. No cumplirlo significará cosas que me chocaron conocerlas. (Para mas info referirse a http://www.budismodrba.org/dharma/solicitando.htm la parte de Los preceptos básicos para un budista)
Luego de la bendición partimos en búsqueda de aquello que ya casi habíamos olvidado: un pueblo. En este caso era el pueblo de Inle Lake que prometía, mas bien juraba. En el trayecto nos encontramos como en los anteriores días a exóticas personas ganándose la vida (o bien viviendo una vida cuyos lujos se quedaron en el útero de la madre).

Cada balde tenia unos 20 litros de agua y la mujer llevaba caminando varias horas
Los niños siempre dispuestos a la diversion
Esta persona pensaba caminar 100 km vendiendo esas galletas de arroz

Llegamos a Inle Lake tras tres días de duro pero maravilloso treking que puedo decir, sin toser, que fue el mejor tour que haya hecho en el sudeste asiático (y en mi vida) por lo que vi, por lo que oí, por la gente con la cual lo compartí, por lo que viví. Incluso mejor, mucho mas completo, que el maravilloso treking en Sapa (Vietnam); este me pareció mucho mas puro, mas natural, mas sincero. En definitiva, menos turístico.

Próximo relato Inle Lake.

jueves, 10 de marzo de 2011

Kalaw (Myanmar) - Personas humanas...

Personas humanas...













Mercado local
(ctrl + click para agrandar)


Trabajando en el campo
(ctrl + click para agrandar)

... Personas sagradas.


Mi dia en Kalaw comenzó de la manera mas exotica y dulce. Pagamos un taxi que nos llevó a un mercado local. En los demás lugares que estuve del sudeste asiático los mercados locales tienen la palabra "local" para llamar la atención a los turistas, porque no eran ni locales ni autoctonos, eran mas bien mezcla entre la autenticidad y en mayor proporción para el turista. En esos supuestos mercados locales, nadie se mostraba sorprendido de ver al turista sino que ese era el momento de venta al turista (a precios naturalmente inflados). Acá fue distinto, la gente nos miraba con curiosidad, nos devolvía el saludo con gentileza y seguía con su trabajo que incluía espantar moscas de la mercadería, atender a la gente y, simplemente, sentarse a esperar que un compatriota comprara lo que necesitaba.
Mi camara estaba hambrienta por retratar lo que mis ojos veían, quería fotografiar a cada uno de ellos para jamas olvidar ese sentimientos de comodidad que sentí, no quería olvidar ni un detalle, quería recordar cada sonrisa, cada mirada. A diferencia de lo que se pudiera pensar, la gente se mostraba alegre de la foto y, por supuesto, luego se las mostraba para escuchar la segura carcajada al verse a si mismos en la foto. "Not beautifull" decían algunas coquetas mujeres. Para mi eso era precioso, no había nada mejor que esa realidad, esa cara cotidiana, preocupada por el sol (es por esto que muchas y muchos tienen esas manchas blancas en la cara). Hasta donde yo se la belleza tiene que ver con una sonrisa sencilla y una mirada amable. Esa gente era hermosa, no había nada mas satisfactorio que estar ahí rodeado de esas personas. Para mi estas personas eran sagradas, no habia nada malo en ellas y todo era tan amistoso que daban ganas de llevarlos al resto del mundo y que ese extraño virus de bondad que se respiraba allí nos contagiara a todos...

Kalaw (Myanmar) - El día en la montaña

El viaje de Yangon a Kalaw duró 12 horas y salió 13 dólares. La ruta me pareció buena y el bus mucho mejor que los de Camboya, Laos y Tailandia. A la hora de haber empezado el viaje se escuchó un estruendo bajo mis pies, atiné a levantarlos como reflejo instantáneo, el burmes en el asiento de adelante se levantó con gracioso susto en su rostro cediéndole la mano a su mujer, pero porque? Nada había pasado, quizás su anhelo de Superman magnificó la pinchadura de rueda a una situación de vida o muerte.
A las 4 de la mañana llegamos. El frío a la noche era paralizante, los dedos de mis pies perdieron fácilmente su sensibilidad, el cuerpo completo se contraía buscando autogenerarse calor, los dientes superiores chocaban alocadamente con los inferiores en desesperada, alocada y hambriento deseo de evitar el frío reinantes... Afortunadamente nuestro destino, Golden Lily guesthouse, se encontraba a 2 cuadras de la parada del bus. Dormimos algunas horas y, si bien nuestro deseo era salir de treking a las 9 de la mañana ese mismo día, resultó ser imposible ya que la comida para tres días en el trekking debía ser cocinada con un día de anticipación, así que nos quedamos un día en Kalaw lo cual fue presentado por mi italiano colega como "una mala noticia".
Cuan equivocado estaba! Kalaw es un pueblo de montaña hermoso. Luego del frío que hube pasado ese día a las 4 de la mañana, mis ojos se regocijaban ante lo que veían, mi corazón recibía el afecto burmes y mi mente flotaba buscando razón para esa amabilidad natural y maravillosa. Fuimos primero a un mercado totalmente local, sin turismo de por medio, al cual le voy a dedicar otro post (el proximo).

Vista de Kalaw desde Golden Lily Guesthouse

Luego fuimos a unas cuevas llamadas Pindaya Caves con... escucha bien, 8094 budas cubiertos de hoja de oro (golden Leaf).


Pindaya Caves 

Impresionante. Era un laberinto y vieras donde vieras, habia budas de oro. Ahi un monje se me acercó e intentamos entablar una conversacion pero pero su ingles era tan limitado, que incluso creo que no sabia ingles. Tomó mi mano y me llevo a recorrer la cueva, tan tierno el pequeño! En un momento le saqué una foto a el y de fondo los budas. En ese momento el carismatico monje sacó su cámara y me saco una foto a mi! No pude dejar de pensar "wow". Claro, el es exótico para mi y yo... soy exótico para el. Que divertido momento. Aguante el monje carinoso!!

El monje mimoso

Explicacion de la imagen
El nombre de la imagen es Bhisakkaguru
La punta en la cabeza es símbolo de omnipresencia
Los ojos no están totalmente abiertos, tiene una visión limitada lo cual indica que Buda esta en meditación
Los labios están con una leve sonrisa
Las orejas son largas tocando los hombros como en otras imágenes de Myanmar
La mano izquierda esta en la palma del pie en actitud de meditación y sujeta un Pot con agua llamada amrita. Esa agua o elixir se supone que es el agua de la larga vida y la que convierte al viejo en joven
La mano derecha tiene la palma hacia arriba en actitud de regalo o bendición pero el dedo gordo y el dedo que apunta sostiene un semilla. Entonces, el elixir (el pot) tiene el poder del rejuvenecimiento y la semilla representa al crecimiento. Ambos para una larga y joven vida. Los viejos piden rejuvenecimiento y larga vida y los jóvenes  piden por un buen crecimiento.
Las palmas de los pies siempre hacia arriba en actitud de meditación

Interesante no?