jueves, 10 de marzo de 2011

Kalaw (Myanmar) - Personas humanas...

Personas humanas...













Mercado local
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Trabajando en el campo
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... Personas sagradas.


Mi dia en Kalaw comenzó de la manera mas exotica y dulce. Pagamos un taxi que nos llevó a un mercado local. En los demás lugares que estuve del sudeste asiático los mercados locales tienen la palabra "local" para llamar la atención a los turistas, porque no eran ni locales ni autoctonos, eran mas bien mezcla entre la autenticidad y en mayor proporción para el turista. En esos supuestos mercados locales, nadie se mostraba sorprendido de ver al turista sino que ese era el momento de venta al turista (a precios naturalmente inflados). Acá fue distinto, la gente nos miraba con curiosidad, nos devolvía el saludo con gentileza y seguía con su trabajo que incluía espantar moscas de la mercadería, atender a la gente y, simplemente, sentarse a esperar que un compatriota comprara lo que necesitaba.
Mi camara estaba hambrienta por retratar lo que mis ojos veían, quería fotografiar a cada uno de ellos para jamas olvidar ese sentimientos de comodidad que sentí, no quería olvidar ni un detalle, quería recordar cada sonrisa, cada mirada. A diferencia de lo que se pudiera pensar, la gente se mostraba alegre de la foto y, por supuesto, luego se las mostraba para escuchar la segura carcajada al verse a si mismos en la foto. "Not beautifull" decían algunas coquetas mujeres. Para mi eso era precioso, no había nada mejor que esa realidad, esa cara cotidiana, preocupada por el sol (es por esto que muchas y muchos tienen esas manchas blancas en la cara). Hasta donde yo se la belleza tiene que ver con una sonrisa sencilla y una mirada amable. Esa gente era hermosa, no había nada mas satisfactorio que estar ahí rodeado de esas personas. Para mi estas personas eran sagradas, no habia nada malo en ellas y todo era tan amistoso que daban ganas de llevarlos al resto del mundo y que ese extraño virus de bondad que se respiraba allí nos contagiara a todos...

Kalaw (Myanmar) - El día en la montaña

El viaje de Yangon a Kalaw duró 12 horas y salió 13 dólares. La ruta me pareció buena y el bus mucho mejor que los de Camboya, Laos y Tailandia. A la hora de haber empezado el viaje se escuchó un estruendo bajo mis pies, atiné a levantarlos como reflejo instantáneo, el burmes en el asiento de adelante se levantó con gracioso susto en su rostro cediéndole la mano a su mujer, pero porque? Nada había pasado, quizás su anhelo de Superman magnificó la pinchadura de rueda a una situación de vida o muerte.
A las 4 de la mañana llegamos. El frío a la noche era paralizante, los dedos de mis pies perdieron fácilmente su sensibilidad, el cuerpo completo se contraía buscando autogenerarse calor, los dientes superiores chocaban alocadamente con los inferiores en desesperada, alocada y hambriento deseo de evitar el frío reinantes... Afortunadamente nuestro destino, Golden Lily guesthouse, se encontraba a 2 cuadras de la parada del bus. Dormimos algunas horas y, si bien nuestro deseo era salir de treking a las 9 de la mañana ese mismo día, resultó ser imposible ya que la comida para tres días en el trekking debía ser cocinada con un día de anticipación, así que nos quedamos un día en Kalaw lo cual fue presentado por mi italiano colega como "una mala noticia".
Cuan equivocado estaba! Kalaw es un pueblo de montaña hermoso. Luego del frío que hube pasado ese día a las 4 de la mañana, mis ojos se regocijaban ante lo que veían, mi corazón recibía el afecto burmes y mi mente flotaba buscando razón para esa amabilidad natural y maravillosa. Fuimos primero a un mercado totalmente local, sin turismo de por medio, al cual le voy a dedicar otro post (el proximo).

Vista de Kalaw desde Golden Lily Guesthouse

Luego fuimos a unas cuevas llamadas Pindaya Caves con... escucha bien, 8094 budas cubiertos de hoja de oro (golden Leaf).


Pindaya Caves 

Impresionante. Era un laberinto y vieras donde vieras, habia budas de oro. Ahi un monje se me acercó e intentamos entablar una conversacion pero pero su ingles era tan limitado, que incluso creo que no sabia ingles. Tomó mi mano y me llevo a recorrer la cueva, tan tierno el pequeño! En un momento le saqué una foto a el y de fondo los budas. En ese momento el carismatico monje sacó su cámara y me saco una foto a mi! No pude dejar de pensar "wow". Claro, el es exótico para mi y yo... soy exótico para el. Que divertido momento. Aguante el monje carinoso!!

El monje mimoso

Explicacion de la imagen
El nombre de la imagen es Bhisakkaguru
La punta en la cabeza es símbolo de omnipresencia
Los ojos no están totalmente abiertos, tiene una visión limitada lo cual indica que Buda esta en meditación
Los labios están con una leve sonrisa
Las orejas son largas tocando los hombros como en otras imágenes de Myanmar
La mano izquierda esta en la palma del pie en actitud de meditación y sujeta un Pot con agua llamada amrita. Esa agua o elixir se supone que es el agua de la larga vida y la que convierte al viejo en joven
La mano derecha tiene la palma hacia arriba en actitud de regalo o bendición pero el dedo gordo y el dedo que apunta sostiene un semilla. Entonces, el elixir (el pot) tiene el poder del rejuvenecimiento y la semilla representa al crecimiento. Ambos para una larga y joven vida. Los viejos piden rejuvenecimiento y larga vida y los jóvenes  piden por un buen crecimiento.
Las palmas de los pies siempre hacia arriba en actitud de meditación

Interesante no?

lunes, 28 de febrero de 2011

Yangon (Myanmar) - La ciudad de las sonrisas manchadas

Llegué a Yangon proveniente de Bangkok el 10 de febrero. Tras dormir unas horas en el aeropuerto de Bangkok el vuelo salió puntual a las 7.20 de la mañana. Mi compañero de loco deseo era un simpático italiano que conocí sacando la visa de Myanmar. Al principio me pareció un tipo formidable con el cual podríamos formar una buena dupla, un duo dinámico. Aprendería mas tarde que soy incompatible a ciertas personalidades apasionadas y verborragicas como la de el; será que éramos parecidos? Puede ser, pero con pensamientos totalmente opuestos; personalidades fuertes se pueden llegar a llevar bien si ambas partes ceden ante ciertas situaciones, pero el tano era cerrado como ciertas rutas de Myanmar, así que se haría imposible mas tarde...
Fue contradictoria mi noche en el aeropuerto de Bangkok esperando al vuelo a Yangon. Por un lado dormí en unos asientos como mendigo tapadondome la cara con una remera y fui al aeropuerto en colectivo y tren para ahorrar y por otro lado apenas hice el check-in a las 4.20 de la mañana fui directo a... la sala VIP. Ahi comí todo lo que había como perro hambriento, probé todos las bebidas que había y hasta comí helado. Mi careta de mochilero se esfumó con ese lindo regalo de tarjeta VIP que me regaló mi querido apá.

Llegué al aeropuerto de Yangon tras una hora de avión. Entré a un tranquilo y limpio aeropuerto con pocas personas, quizás unas 200, que esperaban como yo pasar por migraciones. Empecé a sentirme un poco nervioso. Que pasará, que problema podré tener, me requisarán? El paso por migraciones fue... todo lo contrario: fácil, rápido y cordial. Ni siquiera se fijaron si mi pasaporte tenia 6 meses de vigencia, así que quizás hice la extensión en vano... Mi italiano camarada había reservado un hotel llamado Motherland  Inn II que lo pasaría a buscar gratuitamente por el aeropuerto así que, naturalmente, me uni a esa oportunidad. Nos recibió un burmes con amable sonrisa, modales gentilisimos y... con pollera. Es una vestimenta típica de acá que me chocó pero no para mal, eh.

Tipo con pollera tapandose del sol

Me di cuenta en ese momento que me había metido en un lugar verdaderamente distinto y, sinceramente, me emocioné. No solo por la vestimenta, en el aeropuerto nadie me atacó con ofertas de hoteles, taxis, etc, todos esperaban pacíficos al turista que los necesitase, nadie parecía estar interesado en mi billetera. En Yangon la gente me veía como... una persona y no como una oportunidad de negocio o estafa. El bus que nos pasó a buscar al aeropuerto era viejo pero no destartalado, incluso era cómodo. Los alrededores al aeropuerto y el trayecto de 30 minutos al hotel me mostraron una ciudad linda, ordenada, de trafico sano y... sin motos (mas adelante me enteraría el motivo). Los demás autos eran viejos para no tanto, incluso había algunos nuevos. Claramente quedan fuertes recuerdos del colonialismo británico, comenzando por el tren (el cual hoy día lo maneja del Estado) y siguiendo por los edificios bien al estilo ingles.
El hotel Motherland Inn II fue un lujo inesperado. Nos cobraron 21 dólares para dos personas pero nos dieron desayuno libre para el día que llegamos y para el día siguiente, sin olvidarme de que me pasaron a buscar por el aeropuerto. Esos 10 dólares per capita se convierten en mucho menos, no me puedo quejar. Nos recibieron con un entusiasmo y una sonrisa enorme que debilitó mis rodillas, me engordo de alegria y de un golpe entendí porque Myanmar es amado por cada uno que se aventura a este país en dictadura.
Tras comer como vagabundos hambrientos (yo por segunda vez con algunas horas de diferencia), tomamos un necesario baño (Bangkok es tan caluroso y húmedo que uno camina y deja un chorro de sudor detrás suyo), una corta siesta y pronto estábamos caminando por aquella ciudad que nos sorprendería paso a paso.
Caminar por las calles es un placer inesperado, la gente no es la típica asiática a la que venia acostumbrado, estos eran mas parecidos a los indios, de tez morena, barba o bigotes tupidos (y no los tres pelos colgando de un lugar inaudito de los tailandeses). Muchas personas nos miraban con curiosidad y con gestos, que incluían sonreír, asentar con la cabeza o simplemente levantar la mano, nos daban la bienvenida. Los puestos callejeros incluían tuercas, tornillos, arandelas y este tipo de cosas. Deduje, sin confirmar, que ellos mismos arreglan sus viejos autos.

Mercado de arandelas, tornillos, etc

Siguiendo nuestro fascinado caminar vimos una decena de tea houses por cuadra en improvisados restaurantes en la calle, creyendo inicialmente que eso era herencia inglesa pero dandonos cuenta luego que es herencia India y China. Si bien quise probar aquel te, tuve temor por el agua utilizada. Era mi primer día no quería arriesgarme.
Entre otros puestos callejeros vimos uno raro: armaban en una hoja verde llamada Betal Leaf, algo mascable: Es una hoja que la untan con calcio, le ponen encina hoja de nueces (nut leaves) y tabaco. Luego la enrolan como un panqueque y el consumidor se la pone en la boca y la masca como un chicle por un rato largo. Luego con gran experticia escupen un liquido rojizo al piso. Me explicaron que es como fumar cigarrillo aunque tiene un efecto mas narcótico. Me pareció la misma idea que mascar hoja de coca en el norte argentino y Bolivia. Si bien es adictiva, destruye los dientes y los descolora a un color rojizo a la gente parecía no inportarle. Mascaban esa extraña hoja y luego escupían libremente en la calle dejando la vereda con varios pequeños charquitos para esquivar.

Armando Betal Leaf (izq); Consumidor de Betal Leaf con dientes sucios

Notese los dientes de ese simpático burmes. Esas sonrisas eran típicas e incluso con rojos mas fuertes y dientes mas rotos. Yangon era una ciudad de sonrisas simples, de sonrisas constantes... y de dientes manchados.

Seguimos nuestros pasos, estábamos encantados, como embobados con la gente y como vivían. Saludando a todos recibíamos el afecto como un juego de ping pong, desde donde va la pelota nos la devuelvan. Incluso un taxista nos pidió perdón por doblar inesperadamente y no dejarnos pasar. Vimos varios monjes caminando con su paraguas, defendiendose del sol y otros "monjitos" o novicios (niños rapados cuya vestimenta es igual a la de los monjes). Al ser niños, rapados, con vestimenta asexual uno no sabe distinguir si eran niños o niñas.

Monjes chiquitos

La ciudad era llamativa, se respiraba sencillez y tradición. Una mujer se nos acercó y nos ofreció... Pajaritos. Son pajaritos pequeñitos en una jaula, uno los compra por menos de un dólar y después los libera. Eso es de buena suerte y creo que también se pide un deseo. Curioso no?
Paré a saludar a distintos monjes que siempre se mostraban interesados en mi, uno, incluso me quiso convidar un jugo de lima el cual rechacé con sonrisa latina. Muchos edificios estaban despintados y viejos aunque no venidos abajo. Ropa colgaban de las ventanas dándole un color llamativo a los edificios: no esperaba que hubiera secarropas no? Además secar la ropa al sol cuida al medio ambiente ya que no se usa electricidad para generar un efecto que la madre naturaleza nos la da gratuitamente.

Edificio con ropa colgando

Llegar a la "Meca" de Yangon fue un golpe de efecto positivo en nuestros cansados cuerpos. Eran pasadas las 5 de la tarde, por lo tanto, veríamos un atardecer maravilloso en un lugar sagrado, bello y... Millonario. Se llama Shwedagon pagoda. La pagoda fue construida 2500 años atrás y, según cuenta la historia, dos hermanos mercaderes de Myanmar, llamados Tapussa y Bhallika, recibieron 8 pelos de la cabeza de Buda para iluminar su ciudad de origen llamada Okkalapa, actualmente Yangon. Los hermanos le presentaron los pelos de Buda al rey de Okkalapa y éste construyó la pagoda. Si bien la altura original de la pagoda era de 22 metros desde el siglo XIV la fueron agrandando hasta la actualidad que es de casi 110 metros de altura.
Lo curioso de esta pagoda que la hace maravillosa es que... esta hecha de oro, tiene mas de 53 toneladas de hoja de oro y la espiral de arriba esta incrustases con mas de 5000 diamantes y 2000 de otras piedras preciosas.



Shwedagon pagoda

Da para pensar: tanto oro en un templo y dos minutos antes vinieron unos niños a pedirme monedas en la calle; conocida, también, es la gente muriendo de desnutrición en el mundo. Las religiones luchan contra ese flagelo pero aun así siguen existiendo templos de características no humildes.
Pasa en el cristianismo con el Vaticano, en el budismo con este y otros templos, en el islam con la Meca, en el hinduismo con el templo de oro en amistar y, apuesto, a que en cada una de todas las religiones existentes... en fin, creo que estos lugares extravagantes dejan de ser un error (y un horror) ya que para juzgarlo de manera justa y sana habría que posicionarse en la mentalidad de las personas de su época y no criticarla con nuestra mentalidad actual. Se me ocurre la frase "es como es, nada mas".
Podría venderse todo el oro y darlo a los pobres? Si, podría. Pero surge la siguiente pregunta: es esa una solución a la pobreza? La respuesta inmediata es no ya que no es una solución a largo plazo. Que pasara cuando la plata se agote? Otros sufrirán el mismo calvario...
En lo que a mi concierne hay dos tipos de pobreza: la pobreza material que es desgarradora e inadmisible y la pobreza espiritual que genera dolor, muerte, envidia, odio, guerra, etc. Estos lugares, como esta pagoda u otros templos/iglesias/mezquitas, son heredados de muchísimos años y, digamoslo: ya están hechos! Hoy por hoy son los entes que "atacan" a la pobreza espiritual, importante problema a enfrentar. Ver centenares, miles de budistas rezando en esta pagoda asevera lo que escribo. Ahora bien, solo resta ser nosotros, desde donde nos toca (y mas si se puede), quienes "ataquemos" al otro gran problema del mundo que es la pobreza material. La manera de destruirla es llevando educación y amor a quien lo necesita, siendo honestos en nuestra vida diaria, no desperdiciar en lujos vulgares, cuidar el medio ambiente que es uno solo y, por ultimo, con nuestra mentalidad actual, saber que para Dios el templo mas bello es el templo con mas personas y no el templo con mas oro.

Para despedirme digo que el mejor regalo lo recibimos en Yangon: una sonrisa de bienvenida a cada paso.

Lo que se viene en unlocodeseo: Kalaw

Bangkok (Tailandia) - Visa de Myanmar y extensión de pasaporte

Me vi contento de nuevo en Bangkok. Tiene sal este lugar y, particularmente, Kaoh San Road y alrededores. Esta segunda vez en la Babilonia tailandesa fue distinta a la primera. Diría que esta segunda vez recorrí Bangkok en transporte publico, es decir, que me acerqué bastante mas a la verdadera Bangkok.
Antes que nada, tras mis constantes criticas a la gente de Tailandia me gustaría hacer una nota aparte: hay maldad, estafa, grosería y varios mas etc en esta gente.
Literalmente la odio (aunque no hay que odiar, hay que amar). Pero una vez que uno se escapa del terreno copado por los turistas y estos malvivientes tailandeses la gente se convierte en amable, atenta y hasta servicial. Hecha esta aclaración prosigo con el relato.
Había decidido ir a Myanmar ya que he escuchado maravillas de esa Nación. Era difícil y poco turística pero eso la convertía en un desafío mas grande y dulce. Al igual que con Vietnam, me acerqué a la embajada de Myanmar para aplicar por la, en principio, famosa difícil visa.

Visa Myanmar
Yendo entre las 8 y las 12 a la embajada se puede aplicar. Se necesitan dos fotos y llenar un formulario con preguntas exóticas como: el nombre de tu padre (no les interesa mi dulce madre), mi color de pelo, ojos, mi tez, etc.
Hice una larga cola y al cabo de una hora ya había hecho el tramite. Pagué 1260 baht para que me den la visa el mismo día, caso contrario, serian 200 baht menos y habría que ir a buscarla al día siguiente.

Extensión del pasaporte
A mi pasaporte le quedaban menos de 6 meses para vencerce y algunos países pueden verificar esta característica cuando entras y si no hay al menos 6 meses de validez en el pasaporte no te dejan entrar. Como iba a Myanmar, un país en dictadura, preferí evitar tal posibilidad. Fui a la embajada argentina en Bangkok que queda al lado de la embajada India y pagué 30 dólares por la extensión (carísimo). Como dato curioso me pidieron el DNI lo cual me parece una burrada teniendo en cuenta que nadie viaja con dicho doc. Tuve que hablar con mi siempre dispuesto padre y en admirable combinación con mi madre encontraron y escanearon las primeras páginas y ya pronto las tenia en el Mail. A pesar de que ya tenianla extension por 5 años mas estaba enojado, habia sido un tramite de dos minutos y yo esperaba que fuera gratis.
Al pedir hablar con el embajador, enojado porque me cobraron no solo 30 dólares, sino que también lo convirtieron a la moneda tailandesa (el baht) con una tasa exageradamente perjudicial para mi. El ciudadano en el exterior es débil y la embajada debería ser casi un sostén del mismo, pero en la embajada Argentina en tailandia eso parece no pasar.
El embajador, un señor de unos 66 años salió de su despacho. Inmediatamente reconocí al argentino funcionario. De pelo cano, tez blanca, nariz respingona y ojos claros y penetrantes se acercó a mi como un rotweiller amaestrado: ojos fijos, serenos, atentos, expectantes. En los 10 metros que nos separaban noté que sus labios no se inmutaron, ni una sonrisa, no había signo de emoción en su cara. Parecía estar jugando al poker el día que tenia que decidir divorciarse o no de su mujer.
La celeridad con la que inicio la conversación fue digna de un buen funcionario acostumbrado a recibir consultas, quejas de cualquier tipo de persona. Además, que problema podría causarle un jovencito como yo? Comenzó preguntandome sobre mi viaje en clara intención de descontracturar la situación. Lo logró y para el momento que le quería hablar sobre el alto valor de la extensión del pasaporte y la tasa de conversión de moneda terrible para "un compatriota" ya me sentía menos enojado. Sin embargo cuando se lo dije, con voz bronca y severa me negó que fuera caro y al consultarle que hubiera pasado si yo no tenia plata el me dijo "entonces no tendrías la extensión". Lo dijo hasta con crueldad. El no hacia distinción entre la embajada y una oficina en Argentina pero yo la noto la diferencia y mucho. El tipo mas bien veía un negocio ahí: quien paga 2000 dólares de pasaje puede pagar 30 de extensión de visa, me dijo. Jamás pensó que uno esta en Tailandia, sin plata, sin conocer el idioma, sin posibilidad de trabajar legalmente y que por lo tanto la embajada debería cuidar al ciudadano. Por suerte yo si tenia plata aunque sacar plata del cajero me sale 5 dólares. O sea, plata desperdiciada: se pueden ver como una noche de hostel, dos comidas buenas, un par de remeras, etc. Y con los 30 dólares de la extensión podría vivir dos días baratos fácilmente.
Nos despedimos con cordialidad de situación aunque me quedé con el gusto amargo por aquel hombre que no me regaló ni una sonrisa en 20 minutos de conversación.

Embajador argentino Felipe Frydman quedese con las monedas que me robo cobrandome una tasa que perjudica a su compatriota. Y duerma bien alguna noche... si es que puede.

Proximo pais, el exotico Myanmar

domingo, 27 de febrero de 2011

Siam Reap (Camboya) - Angkor Wat: un día de fe

El día que le dediqué a recorrer a estos templos fue cansador. Los templos de Angkor wat son un complejo de varios templos separados uno de otros. No es uno solo sino que son varios, unos mas grandes, otros mas chicos.
La entrada a estos templos sale 20 dólares por un día de visita. 40 dólares por tres días y 60 por una semana.
Primer consejo: intentá hacerlo cuando hayas descansado bien, no como yo, que llegué a Siam Reap de un viaje de 12 horas y me mandé. Yo estaba apurado por eso hice eso.
Segundo consejo: arreglá con un tuk tuk el precio y consultale adonde te va a llevar y cuantas horas son aproximadamente. Yo pagué 10 dólares pensando que era una recorrida de día completo y, habiendo empezado tipo 8, a la 1 ya había recorrido donde el me iba a llevar (creo que lo llamó circuito chico).
Tercer consejo: dicen que es bueno ver el amanecer. (aunque esto no es un consejo :[ ...)
Cuarto consejo: trae algo de comer.

Tengo fotos mas que sentimientos. Es un lugar que no dusfrute como espere. Igual me gustó. Algunas cosas son mas impresionantes que otras, por ej, las ruinas que están "atrapadas" por arboles (o como lo escuché nombrar "jungle temple") es propio de una película de Indiana jones! Ese probablemente haya sido el que mas me gustó pero también uno de los mas concurridos (por lo tanto recordá mi anterior post). Hay otro templo que hay que subir varios empinados escalones (recordar que después hay que bajarlos) asi que es aventurero y temeroso. El templo de Bayon con las enormes caras esculpidas en la piedra es interesante y de los mas preferidos por la gente. El templo de Angkor Wat, propiamente dicho es enorme y llamativo y, si bien dicen que el amanecer ahí es sublime porque se refleja en el río que hay enfrente de la entrada, yo no llegué a verlo. Otro templo que me pareció mas bien sencillo y sin demasiado interes tuvo el plus de que recibí una bendición y una pulsera de una monje que tenia toda la pinta de vivir ahí.
Yo creo que lo ideal es o pagar a alguien que te vaya explicado la historia o ponerse de oyente en los grupos que si lo tienen. Caso contrario, hay maravillosa historia que se deja de lado y detalles que se pierden y, sin ellos, el templo puede parecer incluso estéril e igual a otros. Hablando con otros turistas aquella tarde me nombraron y describieron otros lugares que no fui y que, probablemente, valieran la pena haber ido.

  









 Angkor Wat

Sea como sea, sentía la necesidad de volver a Bangkok urgente para sacar la visa e ir a Myanmar, un lugar al que le ponía todas las fichas (esperemos no salga el doble cero, no?)

Next short step, Bangkok City (Thailand)

Siam Reap (Camboya) - Que le pasa a esta gente?

Llegué de Sihanouk Ville a Siam Reap en el trayecto mas horripilante que haya tenido en mi vida, había tantos baches en la ruta que no se como el bus llegó no sin antes destartalalarse. Cada una de las tuercas del bus hacia ruido, varios asientos estaban atados con soga. Hubo momentos donde intentaba dormir a pesar de una exagerada gotera, producto del aire acondicionado, que me daba directo en la frente. En esos momentos, acurrucado contra el vidrio del bus tratando de evitar la gotera, el bus saltaba por los aires a tal punto que la caída dolía. Y yo que había comprado el Sleeping bus para dormir...
Habiendo llegado a las 6.30 a Siam Reap me aventuré a la puerta de la estación de buses para buscar una moto que fuese mi guía en la recorrida de los templos. Había tantos conductores de tuk tuk ofreciendome precios para ser mi conductor que me dejó sin aliento, confundido, rodeado, prisionero de esos. Me abrazaban, me tocaban, me gritaban "yo yo" de manera desesperada e infantil. Yo, rodeado de gente exigiendo mi atención, era un poco mas que Obama en su asunción. Uno me ofrecia un precio y el otro venia y me decía gritando el mismo precio sin preocuparse ni un poquito por el primero. Era algo alocado, algo que no puede gustarle a nadie.

Me fui de nuevo a la terminal de buses (que estos tuk tuk no pueden entrar) y acepté un conductor que me ofrecían ahí, así que a las 7 de la mañana y por 10 dólares estaba yendo a las ruinas de Angkor Wat. Por ultimo pagué el bus hacia Bangkok para esa misma noche a las 2 de la mañana por 15 dólares. No había hecho nada y ese día ya había gastado 45 dólares! Mama mía...

Llegar al templo de Angkor Wat (al cual le voy a dedicar otro post) fue una sorpresa. Linda por un lado pues me encontraba en la octava maravilla del mundo. Fea por otro porque había mas gente que en el funeral del papa Juan Pablo II. La mayoría de ellos, chinos. En todo este viaje todavía no logré descifrar a los chinos. Si son graciosos no les encuentro la gracia. Si son divertidos no les encuentro la diversión. Si son simpáticos, tampoco les encuentro la simpatía. Lo que si encontré es que son sumamente extravagantes. A ver, un chino no tiene una cámara de fotos, tiene una ametralladora de fotos (por tamaño y cantidad de fotos que saca por minuto). Un chino no se saca una foto sonriendo, se saca una foto en la punta del templo, haciendo la vertical, apuntando el cielo con el dedo meñique del pie izquierdo mientras que con el humo que tiene en la boca producto de un habano grande como los de Fidel, escribe "Angkor Wat martes 5 de febrero de 2011". Un chino ama tanto al mundo que vaya donde vaya le saca fotos incluso al pasto. Ah pero no una sola foto sino algunas decenas ya que el pasto es de un distinto verde a 10 cm de la anterior foto. Un chino no tiene en cuenta que hay medio millar de otras personas queriendo sacar una foto a esa parte del templo que él ocupa hace 10 minutos haciendo estas fotos estrafalarias.
Ya el arte de mis fotos no tenían que ver con captar el reflejo de un templo en un río, o enganchar la luz del amanecer dándole al templo un toque místico. El arte de mis fotos era sacar una foto sin que un chino estuviera en el medio. Porque ademas cuando hay un chino, hay 300 mas que vinieron en el mismo tour. Ah y eso sin contar los 7 buses llenos que vienen como jauría rabiosa a morder la posibilidad de una foto como la gente y a ladrar la paz del lugar y momento.
Por otra parte hay que felicitarlos. Los chinos han adoptado la milagrosa capacidad de no tener artritis en los dedos a pesar de toooooodas las fotos que sacan. Un Occidente tendría no solo artritis pero también una vida de terapia.

Perdón que escriba esto, se que estoy generalizado groseramente, pero es la sensación que me quedó: los chinos hechan a perder todo. No quiero sonar "chinofóbico", solo soy "turista-chinofóbico". Porque esto que grito con indignación no pasa con otras nacionalidades. Siempre son los chinos. Pareciera que no tienen la cultura de entender que no son los únicos que buscan un recuerdo por medio de una foto. A cada lugar que voy que es súper famoso, o simplemente famoso, pasa lo mismo. Al fin y al cabo que uno termina teniendo mas fotos de chinos que de templos.
Si sos chino y estas leyendo esto, contradecime con el ejemplo y haceme quedar como un idiota. Al menos va a haber uno menos en mis fotos...

Respecto a la ciudad me pareció bonita, interesante, barata. Aunque el desgarrador habito de Camboya con los niños pidiendo monedas o vendiendo baratijas elimina toda alegría. Para colmo, ellos también saben como hacer para que uno les de monedas usando una especie de manipulación; por ej, viene una chiquita, te quiere vender algo a lo cual uno típicamente responde con un dulce "no, gracias". Pero después te persiguen durante 20 metros insistiendo o, si estas sentado en la mesa de un restaurante, te esperan mirandote fijo y uno en franca incomodidad no sabe que hacer. Después sacan el as bajo la manga. "de donde sos?" te preguntan. "de Argentina". "Si te digo la capital de Argentina me compras?", como uno, generalmente, se sorprende por este gesto de cultura les da su (merecida?) moneda. U otra, te venden 10 postales por un dólar y mientras te las muestran cuentan en ingles para que uno diga "ah pero que bien. Toma pequeñita". U otra, dura y mortífera "necesito plata para ir al colegio". O la ultima que me hicieron que me hizo temblar "tengo hambre".
Por las dudas, me aferré a lo que dijo un ONG en Camboya "no darle monedas a los niños". Habrá que colgarse de lo que la gente que sabe nos dice mas allá de que nuestro corazón o cabeza nos lleve a otro lado. Pero que duro, que incomodo, que terrible. Algún día acabará este flagelo?

Pronto el post sobre la octava maravilla del mundo: Angkor Wat.