jueves, 6 de septiembre de 2012

La huella de Dios que no vemos

Ah, es difícil encontrar esa huella de Dios en medio de esta vida que llevamos, en medio de este siglo tan contentadizo, tan burgués, tan falto de espiritualidad, a la vista de estas arquitecturas, de estos negocios, de esta política, de estos hombres.[...] No puedo entender que clase de placer y de alegría buscan los hombres en los hoteles y en los ferrocarriles totalmente llenos, en los cafés repletos de gente oyendo una música fastidiosa y pesada; en los bares y varietés de las elegantes ciudades lujosas, en las exposiciones universales, en las carreras, etc. No puedo entender ni compartir estos placeres. [...]
Y en efecto si el mundo tiene razón, si esta música de los cafés, estas diversiones en masa, estos hombres americanos contentos con tan poco tienen razón, entonces soy yo el que no la tiene, entonces es verdad que estoy loco, entonces soy efectivamente el lobo estepario, una bestia descarriada en un mundo que le es extraño e incomprensible.

El lobo estepario
 Herman Hesse

Laguna 69 en Huaraz, Peru

1 comentario:

  1. Aunque delate mi ignorancia, debo reconocer que no conocía ese libro mas que de nombre, pero inmediatamente me identifique con el fragmento que pusiste.

    Obviamente enseguida aproveche internet para buscar información sobre el mismo y ya esta en mi lista de próximos libros a comprar :D

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